Ciencia y Técnica Admistrativa

Boletín CyTA

Número 2, ISSUE 1/2021 (Febrero 2021)


Sobre la ciencia, la filosofía científica, y la investigación científica

Marcelo Claudio Perissé

Universidad Nacional de La Matanza

mperisse@unlam.edu.ar

 

Ciencia

Filosofía Científica

Investigación Científica

Ciencia

El texto se basa en el marco de una filosofía con pretensiones de exactitud que incluye una ontología naturalista y una semántica realista. (Bunge, El ser no tiene sentido y el sentido no tiene ser: notas para una conceptología 1976)

Podemos iniciar nuestra explicación indicando que la «ciencia» comienza donde se detiene el conocimiento vulgar y subvierte aquellas intuiciones falaces propias del sentido común, por lo que Kant (Kant 2000) destaca que todo conocimiento lógicamente perfecto, y aunque esclarezca más que un objeto solo, tendrá siempre alguna utilidad posible, y si en el presente la desconocemos, sin duda se revelará posteriormente. Es por esto que el conocimiento científico ha de guiar a la acción racional. (Bunge 1999, 9, 30)

Entonces, si la «ciencia» puede caracterizarse como un conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible; es por medio de la investigación científica (como acción racional) que el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta. (Bunge 1995, 3)

Caracterización de la ciencia

 

Es
La Ciencia

Útil

Analítica

Explicativa

Abierta

El Conocimiento Científico

Racional (Legal)

Exacto (Claro y preciso)

Fáctico (confirmado o refutado)

Verificable

General

Predictivo

Comunicable

Sistemático

La Investigación Científica

Metódica

Especializada

Filosofía Científica <Epistemología>

la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico

La ciencia, la filosofía científica, y la investigación científica

Perspectiva sistémica: relaciones causales entre
la ciencia, la filosofía científica, y la investigación científica.
Fuente Perissé, Marcelo Claudio, Ciencia y tecnología:
una mirada simple del mundo exterior para quienes precisan
la navaja de Ockham 2016

Desde la perspectiva de Thomas Kuhn (Kuhn 1977, 12), la ciencia es una investigación empírica y cognoscitiva de la naturaleza que muestra un tipo de progreso único, a pesar del hecho de que éste no puede ser explicado como un «aproximarse más y más a la realidad». Más bien, el progreso toma la forma de habilidad cada vez mayor de resolver rompecabezas técnicos operando bajo estrictos estándares-aunque siempre ligados a la tradición- de éxito o fracaso. Este modelo de progreso, que en su realización más plena es exclusivo de la ciencia, es un prerrequisito para las investigaciones extraordinariamente esotéricas (y a menudo caras) características de la investigación científica, y por tanto para el conocimiento asombrosamente preciso y detallado que ésta hace posible. 

A lo mismo que fuera expresado por Mario Bunge sobre la propiedad de la ciencia como guía de la acción racional, Thomas Kuhn (Kuhn 2004, 20) expone que, si la ciencia es la constelación de hechos, teorías y métodos reunidos en los libros de texto actuales, entonces los científicos son hombres que, obteniendo o no buenos resultados, se han esforzado en contribuir con alguno que otro elemento a esa constelación particular. El desarrollo científico se convierte en el proceso gradual mediante el que esos conceptos han sido añadidos, solos y en combinación, al caudal creciente de la técnica y de los conocimientos científicos.

Veamos la concepción de ciencia como organización autopoiética, de un cosmos con estructura racional, que propone Thomas Kuhn, en la siguiente figura:

Estructura de un cuerpo científico
Estructura de un cuerpo científico: Lenguaje científico y la construcción de modelos y teorías.
Fuente Perissé, Marcelo Claudio Ciencia y Tecnología: Una Mirada Simple del Mundo Exterior 2018

Filosofía científica

Moritz Schlick (Schlick, 1936) concibió la filosofía como una reflexión sobre la ciencia, como una dilucidación de los fundamentos y estructura del saber científico; y según Miguel Ángel Quintanilla (Quintanilla, 1978, p. 41) una teoría filosófica de la ciencia puede evaluarse atendiendo a dos criterios: su capacidad para reconstruir la estructura de la ciencia, y su capacidad para aclarar e interpretar coherentemente el desarrollo científico.

Por su parte en el prólogo del Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein (Wittgenstein, 2010, p. 3) Bertrand Russell señala que la filosofía no es una teoría, sino una actividad, y agrega que una obra filosófica consiste especialmente en elucidaciones, por lo que el resultado de la filosofía no son `proposiciones filosóficas' sino el esclarecimiento de las proposiciones.

Siguiendo con la obra de Ludwig Wittgenstein (Wittgenstein, 2010, pp. 42, 43), y en el mismo sentido que recién indicamos de Bertrand Russell, se expresa que el objeto de la filosofía es la aclaración lógica del pensamiento, y como venimos postulando en la concepción de ciencia, aquí también afirmamos que la filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo serían, por así decirlo, opacos y confusos, por lo que la Filosofía no es una teoría, sino una actividad. Concretamente Ludwig Wittgenstein afirma que:

"La filosofía delimita el campo disputable de las ciencias naturales.

Debe delimitar lo pensable y con ello lo impensable.

Debe delimitar lo impensable desde el centro de lo pensable.

Significará lo indecible presentando claramente lo decible.

Todo aquello que puede ser pensado, puede ser pensado claramente.

Todo aquello que puede ser expresado, puede ser expresado claramente."

Con respecto a la última proposición agrega:

Si yo no puedo indicar las proposiciones elementales a priori, querer indicarlas debe llevar a un obvio sinsentido; (Wittgenstein, 2010, pp. 2, 81)

y esto es así porque un lenguaje lógicamente perfecto tiene reglas de sintaxis que evitan los sinsentidos, y tiene símbolos articulares con un significado determinado y único.

Antes de pasar a nuestra próxima cuestión que es la investigación científica, bien nos será de utilidad (para una aproximación) la concepción de la filosofía científica expuesta por Mario Bunge (Bunge, 1995, p. 31) (Bunge, 2009, p. 32), por la cual llamamos filosofía científica a la clase de concepciones filosóficas que aceptan el método de la ciencia como la manera que nos permite: a) plantear cuestiones fácticas "razonables" (esto es, preguntas que son significativas, no triviales, y que probablemente pueden ser respondidas dentro de una  teoría existente o concebible); y b) probar respuestas probables en todos los campos especiales del conocimiento. Además, detalla que la auténtica filosofía está compuesta por las siguientes ramas:

  1. Teórica: Lógica: precisión y deducibilidad; Semántica: significado y verdad; Ontología: ser y devenir; Gnoseología: cognición y conocimiento; Filosofía de la ciencia, y la tecnología
  2. Práctica: Metodología: pruebas; Axiología: valores; Ética: derechos y obligaciones; Praxiología: acción; Filosofía política: política

Veamos en el siguiente cuadro el imbricamiento analítico-sintético de la filosofía científica entre la teoría y la práctica

imbricamiento analítico-sintético de la filosofía científica
Imbricamiento analítico-sintético de la filosofía científica. Fuente Perissé, Marcelo Claudio

Investigación Científica

En referencia a la investigación científica, Hilary Putnam (Putnam, 2004, pp. 118, 119) nos propone una significativa interpretación al describir que:

"La investigación en el sentido más amplio, es decir, el modo humano de enfrentarse a situaciones problemáticas, entraña una constante reconsideración de los medios y también de los fines; los objetivos de cada cual no están misteriosamente grabados en nuestra mente bajo la forma de una «función de preferencia racional», ni todo lo que nos está permitido en tanto que seres «racionales» es buscar medios más eficientes para realizar esos inmutables aunque idiosincrásicos fines o valores. Toda investigación tiene tanto suposiciones fácticas, incluidas las relativas a la eficiencia de ciertos medios para conseguir ciertos fines, como presuposiciones «valorativas», y si nuestro problema es de difícil solución podemos muy bien replantearnos nuestros fines del mismo modo que nos replanteamos nuestros supuestos «fácticos», en otras palabras, cambiar los propios valores no es sólo un medio legítimo de resolver un problema: a menudo es el único modo de hacerlo.

Lo que fenomenológicamente parece ser una decisión de cambiar los propios valores en realidad no es más que el descubrimiento de nuevos medios para valores más fundamentales (y de un orden superior) que siempre habían estado ahí; pues no es sólo de cómo encontrar medios mejores para alcanzar fines a la vista preexistentes, a lo que Kant llama imperativos hipotéticos, es aprender, mediante la experimentación y la discusión, a aumentar la porción de bien en nuestras vidas.

Ahora bien, como ya habíamos especificado basándonos en la concepción epistemológica de Mario Bunge (Bunge, 1983, p. 3) (Bunge, 1985, p. 45) que tanto la ciencia como la filosofía científica son acciones, serán pues los miembros de una comunidad de investigadores, quienes se ocupen de diseñar y de poner en práctica uno o más proyectos de investigación; proyectos de investigación que han de estar enmarcados en un campo de investigación y éste estará caracterizado por  un marco material y un marco conceptual.

Marco material: E m = < C, S, D >

Donde:

    • C = Comunidad de sujetos investigadores
    • S = Sociedad anfitriona
    • D = Dominio del discurso

Marco conceptual: E c = < G, F, E, P, A, O, M >

donde:

    • G = concepción general (trasfondo filosófico),
    • F = trasfondo formal (presuposiciones lógicas o matemáticas),
    • E = trasfondo específico (cuerpo de conocimientos tomados en préstamo de otros campos disciplinares),
    • A = trasfondo de conocimientos obtenidos previamente por miembros de la comunidad de investigadores,
    • P = problemática (colección de problemas que puede investigarse en E),
    • O= objetivos (metas de la investigación), y
    • M = metódica (colección de métodos de E c).

Veámoslo más detalladamente en el siguiente cuadro

C = <C, S, D, G, F, E, P, A, O, M>

Campos de conocimiento

Ciencia particular y Líne de Investigación

Ciencia

T
u
p
l
a

Marco Material

C

Comunidad

de sujetos

investigadores

Sistema internacional

S

Sociedad

anfitriona

apoya actividades E

D

Dominio del Discurso

Objeto de estudio en un determinado contexto

entes reales certificados o presuntos

Colección

Marco Conceputal

G

Concepción General

Filosofía inherente

Ontología

Visión General

Gnoseología

Ethos

F

Fondo Formal

Teorías:  Lógicas y Matemáticas

Teorías e Inferencia

Colección al día

E

Fondo Específico

Supuestos de "C" lindantes

Datos, Hipótesis, Teoremas

A

Fondo Acumulado "E"

conocimiento acumulado por "C"

E acumulado, verdaderos o eficaces

Fondo cambiante

P

Problemática

Problemas cognitivo

Referente a la naturaleza, en particular las leyes de D

Totalidad cambiante

O

Objetivos

Fines o Metas

Descubrimiento o uso de hipótesis de  "D" y refinamiento de los "M"

Sistematización de leyes en teorías

M

Metódica

Métodos

Procedimientos escrutables (comprobar, analizar y criticar) y justificables (explicables)

Colección cambiante

 

 

 

Tiempo

→ ∞

→ 0

→ ∞

Respecto a la comunidad científica y al trasfondo específico, el físico práctico Ernst Mach (Mach, 1948, pp. 2, 18) comenta que no existe sabio aislado; todos tienen objetivos prácticos, todos aprenden alguna cosa de los otros, todos trabajan en la orientación de los otros, por lo que todo especialista finalmente se da cuenta de que los resultados obtenidos por otros sabios, deben contribuir a orientarlo en su propia especialidad. Es la fusión de esas especialidades la que aportará la concepción del mundo, hacia la cual tienden todos los especialistas.

 


Bibliografía

Bunge, M., 1976. El ser no tiene sentido y el sentido no tiene ser: notas para una conceptología. Teorema, 6(2), pp. 201-212.

Bunge, M., 1983. Paradigmas y revoluciones en ciencia y técnica. EL Basilisco, Issue 15, pp. 2-9.

Bunge, M., 1985. Seudociencia e Ideología. Madrid: Alianza.

Bunge, M., 1995. La ciencia: su método y su filosofía. Mexico: Editorial Sudamericana.

Bunge, M., 1999. Las ciencias sociales en discusión: una perspectiva filosófica. Buenos Aires: Sudamericana.

Bunge, M., 2009. Filosofía Política: Solidaridad, cooperación y Democracia Integral. Barcelona: Gedisa.

Kant, I., 2000. Lógica. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Kuhn, T. S., 1977. El camino desde la estructura. Barcelona: Paidos.

Kuhn, T. S., 2004. La estructura de las revoluciones científicas, México: Fondo de Cultura Económica.

Mach, E., 1948. Conocimiento y error. Buenos Aires: Espasa-Calpe.

Perissé, M. C., 2016. Ciencia y tecnología: una mirada simple del mundo exterior para quienes precisan la navaja de Ockham. Buenos Aires: Ciencia y Técnica Administrativa.

Perissé, M. C., 2018. Ciencia y Tecnología: Una Mirada Simple del Mundo Exterior. ReDDI, 2(2).

Popper, K. R., 1980. La lógica de la investigación científica. 5 ed. Madrid: TECNOS.

Putnam, H., 2004. El desplome de la dicotomía hecho/valor y otros ensayos. Barcelona: Paidós.

Quintanilla, M. A., 1978. Semántica y filosofía de la ciencia el basilisco. El Basilisco, Issue 4, pp. 35-41.

Schlick, M., 1936. Meaning and Verification. The Philosophical Review, 4(268), pp. 336-369.

Wittgenstein, L., 2010. Tractatus Logico-Philosophicus. Santiago: Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.

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Aprobado: 23 de enero de 2021. por Ciencia y Técnica Administrativa

Publicado el 6 de febreo de 2021 por: Ciencia y Técnica Administrativa – CyTA

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