DISEMINACIÓN


Como se mencionó anteriormente, las semillas son las estructuras de dispersión que otorgan a las plantas evolucionadas libertad para conquistar nuevos ambientes. La diseminación tiene la ventaja de eliminar la competencia de la planta madre, que implicaría una pobre oportunidad de supervivencia para la nueva generación. Por lo tanto, dentro de los sistemas de pasturas naturales es esencial para la conservación de las especies. Las diferentes estrategias de diseminación están íntimamente relacionadas con la morfología y estructura de la semilla y son ampliamente responsables de la gran diversidad de las mismas. El principal agente de diseminación entre las plantas superiores es el aire en movimiento. Por consiguiente las plantas anemócoras (anemo = viento; coro = alejarse, cambiar de lugar) presentan algunas características como:

Semillas pequeñas y muy livianas, como en la bolsita del pastor (Capsella bursa-pastoris), el tabaco (Nicotiana tabacum) que miden menos de 1mm, o las amapolas (Papaver spp.) que en 450 gramos entran 750.000 semillas y son fácilmente transportadas por el viento a grandes distancias. Además la cubierta puede presentar una micro-ornamentación que aumenta la fricción que favorece el arrastre por el viento, figura 12A.

Figura 12
Figura 12: Mecanismos de Diseminación.
A-C, anemocora; D, hidrócora; E, Zoocora, ectozoica.
A, cubierta seminal microornamentada; B, semillas aladas; C, frutos semillas con pelos; D, frutos con estructuras cochosas; E, fruto semillas con arista geniculada.

 

Semillas aladas, como las de los pinos (Pinus spp.), jacarandá (Jacaranda mimosifolia), lapacho (Tabebuia heptaphyla) en las que el episperma se expande formando estructuras aliformes. Del mismo modo los fruto-semillas como los de los olmos (Ulmus spp.), los fresnos (Fraxinus spp.) y la tipa (Tipuana tipu) expanden el pericarpo (paredes del fruto) y de este modo aumentan la superficie, mejoran la sustentación y pueden recorrer mayores distancias por medio de las corrientes de aire. La forma y el lugar de inserción del ala determina el patrón o dinámica del vuelo, figura 12B.

semillas con pelos, ya sea en un extremo como en las semillas comosas de los sauces (Salix spp.) y álamos (Populus spp.), o como en los fruto-semillas del diente de león (Taraxacum officinale), donde el cáliz se transforma en pelos o cerdas rígidas con una disposición radiada que aumentan el volumen, reduciendo la densidad, permitiendo su fácil transporte aéreo, figura 12C.

Todas estas adaptaciones apuntan a disminuir el ritmo de descenso durante el transporte e incrementar la exposición a las corrientes de aire. Un caso particular es el de las plantas bolócoras como el cardo ruso (Salsola kali) donde la planta completa rueda por acción del viento favoreciendo la dispersión de sus semillas.

En las plantas hidrócoras (hidro= agua; coro = alejarse, cambiar de lugar) la dispersión de las semillas es por el agua. Es un método común para plantas acuáticas, para aquellas que viven junto a los cursos de agua como el irupé (Victoria cruziana), o para la dispersión de malezas en cultivos donde se realiza riego por inundación y diques, figura 12D. Un ejemplo interesante y típico es el de las semillas a la deriva como las del cocotero (Cocos nucifera) que pueden llegar desde las costas a diferentes continentes. Para flotar las semillas deben tener una baja desidad lo que se logra aumentando el volumen y conservando la masa, lo que implica una estructura porosa. Por lo tanto, estas semillas presentan tejidos con abundantes espacios intercelulares (aerénquima) que atrapan el aire y mejoran la flotación. La lluvia es un modo de dispersión particularmente importante para aquellas plantas que viven en las laderas de las montañas. En las plantas zoocoras la dispersión de las semillas es por animales (ganado, pájaros, roedores, hormigas). Probablemente la manera más común sea la vía endozoica, mediante el consumo del fruto como en la uva del campo (Salpichroa origanifolia) cuyas bayas son de sabor dulce, o en la ingesta de las semillas junto con el forraje. En este caso la semilla pasa a través del tracto digestivo del animal y es liberada con las heces. Durante su recorrido los jugos gástricos contribuyen a la desintegración de la cubierta seminal facilitando la germinación. En general, estas semillas son coloridas, con excrecencias carnosas (arilos) y comestibles. Los animales también contribuyen a la diseminación de semillas o frutos que presentan ganchos, barbas, espinas o pelos que se adhieren a su cuerpo y así son transportados por vía ectozoica como por ejemplo los frutos del abrojo (Medicago polymorpha), las flechillas (Stipa spp.) el cepa caballo (Xanthium spinosum) y el chamico (Datura ferox), figura 12E. Las hormigas suelen favorecer la dispersión de semillas que generalmente poseen eleosomaseleosoma: reserva de sustancias grasas en la parte externa de la semilla., las llevan a sus hongueras donde remueven el eleosoma. La semilla se beneficia al escapar de los predadores y al estar sobre un sustrato nutritivo se favorece la germinación.

Otra estrategia efectiva es la dispersión activa que consiste en disparar las semillas por distintos mecanismos como el espiralamiento de los frutos, tal el caso de varias leguminosas como arveja (Pisum sativum), o mediante el estallido o la dehiscencia elástica de sus frutos como en la glicina (Wisteria sinensis), el falso cafeto (Manhiot flabellifolia) o ricino (Ricinus communis). En las plantas geocárpicas, como el maní (Arachis hypogaea) y el trebol subterráneo (Trifolium subterraneum), luego de la fecundación, mediante movimientos geotrópicos se entierran los frutos y así éstos maduran debajo del suelo, quedando las semillas naturalmente enterradas. Además, algunas especies aseguran su dispersión a través de la anficarpia, como en la Vicia sativa subespecie anphicarpia, produciendo semillas tanto aéreas como subterráneas en la misma planta, como una adaptación a hábitats xerofíticos. Similarmente, Trifolium polymorphum, produce legumbres aéreas que son consumidas por los herbívoros, favoreciendo la colonización de nuevos espacios, y legumbres subterráneas indehiscentes que aseguran el mantenimiento de la especie en el lugar.

Teniendo en cuenta el concepto agronómicoconcepto concordante con los términos botánicos disemínulo y diáspora e inclusivo de semilla propuesto en este texto, es importante tener en cuenta que las malezas, tienen mecanismos de diseminación y propagación muy eficientes, que combinados con una elevada producción de semillas les permite ocupar rápidamente los hábitats alterados de los lotes destinados a cultivos. Además, en muchas de estas especies competitivas y eficientes la diseminación se asegura por medio de la propagación vegetativa a través de largos rizomas, como en el sorgo de Alepo (Sorghum halepense) y el sunchillo (Wedelia glauca), de una combinación de rizomas y estolones como en el gramón (Cynodon dactylon) o de rizomas y bulbos como en el cebollín (Cyperus rotundus). También, el hombre, a través de las distintas prácticas agrícolas (cuando no son las más adecuadas), contribuye en en la diseminación de malezas en su propio cultivo.


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