Modelo para evaluar el grado de conformación del clúster floricultor de Baja California: un enfoque de cadena de valor
Model to evaluate the degree of formation of the floriculture cluster of Baja California: an approach value chain
Coordinación del área de Mercadotecnia de la Facultad de Contaduría y Administración,
Responsable del Programa de Formación y Actualización Docente,
Universidad Autónoma de Baja California, Tijuana, Baja California, México
Universidad Autónoma de Baja California, Tijuana, Baja California, México
Universidad Autónoma de Baja California, Tijuana, Baja California, México
Resumen
La conformación de clústeres regionales surge debido a la proximidad de las empresas que deciden unirse para fortalecer su posición en el mercado e incrementar su competitividad; es por ello, que la presente investigación surge de una de las iniciativas presentadas en el plan estratégico de desarrollado de una organización florícola, en la que se propone promover la creación de una asociación de floricultores con la finalidad de incrementar la competitividad de sus grupos de interés, encontrándose con una predominante informalidad en la operatividad de los productores florícolas de la entidad y una completa desorganización entre estos, aunado a una constante desconfianza por cooperar entre ellos. La presente investigación se propuso diseñar y evaluar la factibilidad de la propuesta del primer clúster florícola para Baja California, ya que a la fecha no existen precedentes al respecto. Para este fin, se evaluó la aportación que cada uno de los grupos de interés, esto con la finalidad de determinar la interdependencia que se muestra entre estos, lo cual derivo en la fundamentación de los elementos claves del modelo propuesto. Para ello, se identificó a los sujetos de estudio que conforman los grupos de interés del clúster estudiado, quienes fueron representados por los integrantes de la cadena de suministros, sus socios, empleados, competencia y/o productores locales y proveedores del estado de Baja California. La investigación se desarrolló mediante una metodología cuantitativa de orden transeccional y de alcance descriptivo-aglomerativo; para la recolección de la información se diseñó y aplicó un cuestionario previamente estructurado conformado por 22 ítems.
Abstract
The formation of regional clusters arises due to the proximity of the companies that decide to unite to strengthen its market position and increase their competitiveness; it is for this reason that this research comes from one of the initiatives presented in the strategic plan developed from a floriculture organization, which aims to promote the creation of an association of flower growers in order to increase the competitiveness of their groups interest, being a predominant informality in the operation of the floriculture producers of the entity and a complete disorganization among these , coupled with a constant distrust cooperate with each other. This research aimed to design and evaluate the feasibility of the proposal the first floriculture cluster to Baja California, and to date there are no precedents in this regard. To this end, the contribution that each of the stakeholders was assessed, this in order to determine the interdependence between these shows, which led to the foundation of the key elements of the proposed model. To this propose, the study subjects that make up the stakeholders in the cluster studied, who were represented by members of the supply chain, partners, employees, competition, producers and local suppliers in the state of Baja California was identified. The research was conducted using a quantitative methodology transeccional descriptive order and agglomerative scope; for gathering information it was designed and implemented a structured questionnaire previously comprised of 22 items.
Palabras Clave:
clúster, cadena de valor, grupos de interés ⓘ
Keyword:
cluster, value chain, stakeholders ⓘ
Introducción
El actual panorama internacional, caracterizado por la globalización de los mercados y la intensiva competencia en la mayoría de los sectores productivos a nivel mundial, ha obligado a que las empresas busquen nuevas estrategias que renueven y consoliden sus modelos de negocio de tal forma que les permita ser más competitivas y ajustarse a las condiciones del entorno.
En este nuevo escenario, y como parte de los nuevos modelos de desarrollo de los negocios, una de las estrategias que mayor impacto han tenido en el ámbito empresarial y de las economías en su conjunto ha sido la conformación de clúster. Estas afirmaciones son respaldadas por un grupo creciente de reconocidos investigadores que como Mitnik Felix (2011), plantean que el pertenecer a un clúster genera oportunidades que se materializan en la diferentes economías a través de una mayor promoción del desarrollo de habilidades regionales, la reactivación de los mercados nacionales y la formación de mano de obra especializada. De igual forma los clústers también pueden contribuir a diversificar las exportaciones, generar nuevos empleos y adquirir nuevas capacidades tecnológicas de acuerdo con las mejores prácticas (Gómez Minujín, 2005).
Para entender el funcionamiento de los clúster algunos autores coinciden que es importante reconocer el papel que juega cada uno de sus actores, el cual puede variar de acuerdo con las características del sector industrial al que pertenecen, en especial, en lo que a sus particularidades tecnológicas se refiere. (Padilla Bernal, Reyes Rivera & Pérez Veyna, 2012).
Tal es el caso del sector industrial floricultor, en donde en la actualidad se observan grandes avances en las tecnologías de abasto y comercialización del cultivo de flores y plantas ornamentales (García, Jiménez, León y Pérez, 2009). Estos efectos han posibilitado que este tipo de industria sea calificada como una fuente importante generadora de múltiples empleos a nivel mundial, catalogada como una actividad de producción intensiva (1) . (Samaniego Gámez, Cano García, Colinas León, Sánchez Abarca & Manzo González, 2012). Su presencia a nivel internacional en términos productivos equivale a más de 5,546,540 hectáreas cultivadas, concentradas fundamentalmente en el continente asiático (Sudhagar, Sankar, 2013).El consumo se ubica en países como Alemania, Estados Unidos y Reino Unido con una participación del 89.4% del valor total de las importaciones, provenientes en su mayoría de países como Holanda, Colombia y Ecuador. Estos tres países dominan el 87.80% del valor total de las exportaciones (Trade Statistics for International Business Development).
En el caso de México la industria florícola es una actividad económica importante que genera alrededor de 188 mil puestos de trabajos permanentes, 50 mil eventuales y hasta un millón de empleos indirectos(Torres Lugo, 2014).Su producción se concentra en los estados de México, Puebla, Morelos, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí y Baja California (BC), con un valor aproximado de 296,079.88 millones de pesos y una tasa de crecimiento anual del 14% (Servicio de información agropecuaria y pesquera [SIAP], 2013). El principal destino de exportación del sector floricultor mexicano es el mercado de Estados Unidos hacia donde se envía el 96 % de la producción nacional. Según cifras oficiales el comercio binacional entre estos dos países entre 2012 y 2014 se incrementó un 22 % lo que refleja una creciente demanda de este producto en el mercado de Estados Unidos (Trade Statisticsfor International Business Development).
En este contexto, y a pesar de existir grandes potencialidades en el cultivo y la exportación de plantas ornamentales en el país, el sector floricultor mexicano no ha sabido aprovechar las ventajas que hoy muestra el mercado de este tipo de producto. Estos efectos se manifiestan con mayor fuerza sobre todo en estados fronterizos como el de Baja California, donde a pesar de su cercanía al segundo consumidor más importante de este producto a nivel mundial, sus cifras de producción y comercialización no muestran los rendimientos esperados.
Algunas de las causas que impactan de manera negativa a este sector se asocian a la deficiente gestión y sistematización de los procesos que conforman la cadena productiva, el bajo aprovechamiento de las infraestructuras disponibles, la carencia de capital financiero y la ausencia de políticas orientadas a la gestión de la calidad. A esto se le añade que la mayoría de las unidades productivas se caracterizan por ser Mipymes que trabajan bajo la informalidad, con altos índices de rotación de personal y deficientes sistemas de recompensas para los empleados del campo. También es reconocido que este sector presenta dificultades asociadas a la integración de los agentes económicos involucrados en la producción y comercialización de flores en el estado (Bernal, López y Ojeda, 2014).
Al revisar los elementos antes descritos, encontramos un punto de convergencia con las diferentes teorías de clúster, las cuales desde diferentes visiones, tratan elementos que se corresponden con las dificultades que se presentan con este cultivo en el país. Si a esto le añadimos que la mayoría de las investigaciones realizadas en México en el terreno empírico asociadas al estudio de clúster se vinculan a sectores como el aeroespacial, cervecería, vinícola y automotriz, se hace evidente la necesidad de dotar a las diferentes instituciones involucradas en esta importante actividad económica de un estudio que permita superar las limitaciones existentes.
De esta forma y para contribuir a la solución de los problemas antes descritos, el objetivo principal de esta investigación se centra en desarrollar un modelo que permita evaluar la factibilidad de crear un clúster floricultor en Baja California y tomar las acciones pertinentes para elevar la competitividad del sector. La importancia de conformar un clúster para el sector de la floricultura en el estado de BC, radica en hacer explícita la construcción de redes de cooperación y colaboración entre empresas de sectores afines que promuevan el crecimiento económico de la región, resaltando la participación de todos los agentes del clúster.
Para cumplir con el objetivo propuesto el documento se ha estructurado en cuatro secciones. En la primera sección se analizan los antecedentes de la investigación y se plantean los objetivos que se pretenden alcanzar en el estudio. En la segunda sección se abordan las principales teorías y aportaciones que en el terrero teórico y empírico existen sobre la temática de análisis. En la tercera sección se aborda la metodología que se propone como parte de la investigación. Por último, en la cuarta sección se comentan los principales resultados obtenidos como parte del estudio.
Marco teórico y referencial de la investigación
Generalidades de los clúster y de las cadenas de valor
El concepto de los clúster, también conocido como grupo, cúmulo, aglomeración o conglomerado, fue introducido en el siglo XIX en Inglaterra por Alfred Marshall como uno de los casos particulares de economías de aglomeración, desarrollado desde el punto de vista delos beneficios que se generan y los logros competitivos que alcanzan las empresas que forman un clúster, a los que Marshall denominó “economías externas”. Los efectos positivos se manifiestan según el autor, por el resultado automático que se origina debido a la concentración geográfica de empresas de un sector, la presencia de una masa crítica de mano obra especializada, la oferta de bienes y servicios que genera una demanda concentrada y el derrame tecnológico que surge como un resultado “del ambiente” en que están inmersas las empresas.
Esta conceptualización ha ido evolucionando en el tiempo y desde una visión un poco más actual es posible identificar al clúster como un grupo geográficamente denso de empresas e instituciones conexas que pertenecen a un campo concreto, y que a su vez están unidas por rasgos comunes y complementarios (Porter Michael, 1990, p. 68).En otras palabras, constituyen concentraciones geográficas de empresas interconectadas, proveedores, empresas en sectores próximos e instituciones asociadas como universidades y agencias gubernamentales, que compiten pero que también cooperan.
Para Andersson Thomas, Schwaag Schwaa, Sörvik, Jens., &Wise Hansson (2004), este concepto es aún más amplio y resaltan que un clúster no sólo indica un mecanismo de política económica o un instrumento de promoción empresarial, sino también un modelo específico de desarrollo en el que se articulan las ventajas y potencialidades existentes en los ámbitos locales o regionales. Esta distinción reconoce que existen elementos claves para la creación de un clúster asociados a la cercanía geográfica y la especialización alrededor de una actividad central como características primordiales, unido a la presencia de la innovación que se asocia al conocimiento que se genera por la interacción social, donde las empresas dominan y ponen en práctica diseños de productos y procesos que son nuevos para ella.
La creación de un clúster se considera como un modo de organización de largo plazo que atraviesa por un ciclo de vida el cual comprende varias etapas. Según Rosenfeld (2002) estas etapas se dividen en cuatro fases, embrionaria, crecimiento, madurez y declive. Estas ideas son apoyadas por Solvell (2008) quien desde otra perspectiva y con cierto acercamiento a la anterior, aborda las etapas del ciclo de vida del clúster a través del grado de integración, colaboración y agrupación de sus integrantes. De esta forma define las etapas del clúster en aglomeración, emergente, desarrollo, madurez y declinación. Para el autor en la etapa de aglomeración el clúster cuenta con algunas compañías en un ramo específico y otras de ramos de servicio que son complementarios. En la fase emergente, el clúster empieza a mostrar una cierta cooperación de los actores alrededor del área del negocio en cuestión. En la etapa de desarrollo se integran nuevos actores que ejercen actividades similares y generan nuevas ligas de negocio. En la etapa de madurez existe una integración consistente del clúster por una gran cantidad de actores sobre la misma área de negocios y se generan nuevas empresas y asociaciones. La última etapa es la de declinación por en donde el clúster trata de sobrevivir buscando nuevas actividades o simplemente tratando de adaptarse al entorno.
Según Porter Michael (2000) para analizar a las organizaciones dentro de un clúster resulta de vital importancia examinar además los elementos de la cadena de valor, partiendo de la idea de que para poder conseguir ventajas competitivas respecto a sus rivales, todas las actividades de una firma deben crear valor para los compradores.Por su parte, Mitnik Félix (2011) expone cómo el análisis de la cadena de valor permite conocer formas de coordinación e integración y reglas de participación, que sustentan la comprensión de diversos fenómenos tales como la gobernanza de la cadena, las estrategias más adecuadas de mejora competitiva o los mecanismos de aprendizaje sectoriales. Además, presenta en su obra la discusión teórica alrededor del vínculo que se forma entre las economías externas de Marshall y el desarrollo de acciones colectivas, ambas ideas reunidas en el concepto de “Eficiencia Colectiva”.
Las acciones colectivas permiten a las empresas beneficios importantes al potenciar las capacidades de aprendizaje, reducir la incertidumbre en la toma de decisiones empresariales, alcanzar mayores economías de escala e incrementar su poder de negociación (Alburquerque, Dini y Pérez, 2008).La identificación y desarrollo de actuaciones conjuntas, el compartir procesos y/o bases de conocimiento en una cadena valor, constituyen la base de pertenencia de los clúster, lo que los hace ser diferentes de otro tipo de agrupaciones tradicionales como las organizaciones sectoriales. (Ochoa de Zabalegui, 2002, p. 5).
El estudio de las cadenas de valorpermite a las organizaciones potenciar las relaciones de colaboración y confianza mutua de cada uno de sus integrantes a partir del uso eficiente en la obtención de insumos, el acceso a la información, eldesarrollo tecnológico, la formación de alianzas con nuevas empresas y definitivamente un incremento en su competitividad.
Finalmente, en la revisión de la literatura se identificaron argumentos coincidentes entre los diversos autores, sobre todo, en lo que respecta a las características que intervienen en la conformación de un clúster y los actores que participan. La cercanía o concentración geográfica de empresas que se especializan en una determinada actividad, la interacción y colaboración entre los diversos actores (empresas, gobiernos, comunidad científica)unido a la innovación y el derrame tecnológico, se convierten en los principales elementos para la creación de un clúster.
Descripción de la metodología
Para cumplir con el objetivo de la presente investigación, se propone aplicar como metodología de estudio, el diseño de un modelo donde se integran los fundamentos de las teorías de Porter Michael (2005) y Mitnik Félix (2011) bajo un único esquema de análisis de clúster (Ver figura 1). La finalidad es que a través de este modelo se pueda determinar la situación actual del sector floricultor de Baja California en relación a los requerimientos que dan evidencias de la posible conformación de un clúster en el sector.
El modelo que se presenta permite caracterizar a las partes integrantes del clúster y establecer el nivel de interdependencia entre cada uno. De igual forma, permite valorar la capacidad empresarial de sus participantes en cuanto a creatividad, innovación, desarrollo de nuevos productos y/o servicios y el poder de negociación de los involucrados en el sistema, unido al análisis de la cadena de valor del sector floricultor. Otra de las contribuciones radica en apreciar el comportamiento regional de la industria florícola con relación a la eficiencia colectiva derivada de las acciones conjuntas de los actores del clúster.
Figura 1.Modelo para evaluar el grado de conformación del clúster floricultor del estado de Baja California. |
Para poder validar los elementos planteados en el modelo se desarrolló un cuestionario de 22 ítems en donde se evaluaron los factores asociados a la conformación del clúster objeto de estudio. El instrumento se sometió a juicio de 10 especialistas en la temática con la finalidad de medir la pertinencia de los ítems. La muestra se determinó a partir de la técnica de muestro estratificado, e incluyó un total de 100 sujetos de investigación conformado por los grupos de interés que integran el clúster floricultor de Baja California. Por último, para el procesamiento y análisis de los datos fueron empleadas técnicas de análisis descriptivo con la ayuda del software SPSS.
Discusión de los resultados
Antes de comenzar con la discusión de los resultados es importante señalar que el cuestionario utilizado para el estudio, fue sometido a juicio de los especialistas mediante una cédula de evaluación donde se valoró cada pregunta como “adecuada” o “no adecuada” para cada una de las secciones. En esta evaluación se obtuvo como resultado un índice Kappa de 0.80, lo cual significa que de conformidad con los jueces, la fiabilidad de los reactivos es considerable o sustancial (Cerda Jaime & Villalobos Luis, 2008). Una vez validada la herramienta metodológica se procedió a su aplicación donde se obtuvieron los resultados que a continuación se describen.
Como resultado del estudio de la cadena de valor, se estimó que el tamaño de esta asciende a 44 participantes, integrada como sigue: siete productores de flores ubicados en el estado de Baja California, 16 proveedores locales y dos internacionales, ocho clientes mayoristas del sur de California, cinco distribuidores, cuatro organizaciones gubernamentales y dos universidades.
En lo que respecta a los productores locales, el sector floricultor del estado de Baja California están conformado por un total de siete empresas clasificadas en la tipología de micronegocios (2), las cuales se encuentran ubicadas en los municipios de Playas de Rosarito, Tijuana y Ensenada. Su participación en el total de hectáreas (Ha) cultivadas asciende a 446.75 Ha, de ellas 412.42 son destinadas para la producción a cielo abierto y 34.33 Ha son cultivadas en invernaderos. Es válido destacar quedel total de hectáreas destinadas a la producción bajo invernadero, únicamente el 41.6% de estas,son aprovechadas en su totalidad; las cuales son equivalentes a 14 hectáreas.
En relación al suministro de insumos, materias primas y recursos necesarios para garantizar sus procesos productivos, el estudio permitió comprobar que actualmente los productores locales son abastecidos a través de 16 empresas nacionales donde adquieren las semillas, esquejes, fertilizantes y maquinarias y dos proveedores extranjeros Holanda y Estados Unidos, los cuales facilitan la obtención del material genético, los bulbos, semillas y material para invernadero como madera y acero.
En cuanto a los clientes mayoristas, éstos están constituidos por ocho empresas con puntos de presencia a ambos lados de la frontera entre los Estados Unidos y México, específicamente en las ciudades de Tijuana y San Diego. De igual forma, se comprobó la participación de cinco distribuidores estadounidenses, los cuales hacen llegar la mercancía procedente del estado de Baja California a más de 500 florerías ubicadas en el sur de California, reportando ventas anuales de $7.5 mdd al año.
Como parte de los actores del clúster también se encontró la presencia de Organismos gubernamentales y comunidad científica. En relación a la participación de los Organismos, se obtuvo una valoración desde el punto de vista de la afiliación que tienen los empresarios en base a los intereses y beneficios que les reporta y las oportunidades que ofrecen estas instituciones. De esta forma se pudo corroborar que el 70% de los empresarios floricultores se asocian a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación del Estado. Según los entrevistados el principal objetivo es el poder obtener la certificación referente a las normas y recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, así como la obtención de créditos financieros mediante el programa de apoyo directo al campo. De este porcentaje , también el 40% afirmó pertenecer al Consejo Agrícola de Baja California, quien busca defender la libre empresa en el campo, promover el desarrollo sostenible del sector agroalimentario y propiciar el ordenamiento de las cadenas agroalimentarias y el 25% mencionó acudir al Consejo Mexicano de la Flor, A.C., organismo que actúa como representante y gestor de los intereses del sector florícola nacional ante los tres niveles de gobierno y ante otras instituciones públicas y privadas, nacionales y del extranjero en apoyo a la solución de problemas y demandas justas.
En este aspecto, señalar que a pesar de existir representatividad de varios organismos gubernamentales a los cuales los participantes pueden afiliarse, no se percibe una organización o acuerdo entre los actores del clúster para unir sus demandas y necesidades bajo un único organismo representante, además de que no pudo comprobarse la realización de acciones de colaboración específicas entre estos organismos y los integrantes del clúster. Respecto a la comunidad científica, su representación está dada por instituciones educativas, en este caso, la Universidad Autónoma de Baja California y la Wageningen University de Holanda, donde su contribución se centra principalmente, en el desarrollo de investigaciones que tributen al incremento de la productividad y el establecimiento de ventajas competitivas dentro del sector. A pesar de que esto constituye un elemento clave como parte de la interrelación que se necesita dentro del clúster, las investigaciones que se han realizado por parte de ambas instituciones solo se enmarcan en una sola de las empresas que integran el clúster floricultor del estado.
En relación a la evaluación del grado de interdependencia entre los actores del clúster, la aplicación de la metodología propuesta reveló la presencia de un nodo concentrador, representado por la empresa Asval Flowers Corporation, la cual forma parte del grupo de comercializadores de flores de Baja California y por tanto uno de los actores principales del clúster floricultor. Esta empresa es la que mayor relación e interdependencia tiene con el resto de los participantes, agrupa a los siete productores de la región y es el único vendedor con enlace directo a los clientes mayoristas, por lo tanto, es el que posee el mayor poder de negociación dentro del grupo. Relacionado al poder de negociación entre proveedores y productores, es válido destacar que en la mayoría de los casos, los productores no cuentan con poder de negociación frente a los proveedores, excepto cuando se compra por volumen, ni tampoco frente a los clientes, ya que son los clientes quienes presionan para que los precios vayan a la baja, demandando servicios o productos diferenciados o de mayor calidad.
Según los encuestados los procesos y las actividades que generan valor para los clientes son los procesos logísticos y las actividades operacionales que intervienen en la determinación de los costos de transacción. En este sentido, la valoración de la capacidad organizacional de los integrantes del clúster en cuanto a creatividad, innovación, y desarrollo de nuevos productos y/o servicios tienen una fuerte incidencia en la obtención de ventajas competitivas a partir de los componentes de la cadena de valor. En este tema, se realizó una valoración con respecto a la percepción del servicio que intercambian los miembros del clúster, donde los participantes evaluaron en un 34% la capacidad organizacional de sus asociados estratégicos como excelente. Dentro de los elementos considerados en esa capacidad positiva se ubicaron, en un 39% la presencia de argumentos que indican compartir la visión del grupo y promover la creatividad, en un 27% la innovación y el desarrollo tecnológico, donde un 24% corroboró el desarrollo de conocimientos propios (know-how) lo que les ha permitido hacer eficientes sus técnicas y procesos productivos, logísticos y operacionales en general.
En relación a los elementos de infraestructura física y de servicios, la investigación arrojó que existen fortalezas que pudieran ser aprovechadas y convertirse éste, en un componente distintivo dentro del sector que los hace competitivos. Los distintos grupos de interés que conforman el clúster, están adoptando los métodos de trabajo y técnicas de producción, cosecha y post-cosecha requeridos por el cliente mayorista. Por otro lado, los productores agrupados en el nodo concentrador o también conocida como la empresa líder (Asval Flowers Co.), hacen uso de una técnica de esterilización a base de vapor para la eliminación de las plagas, debido a que proporciona mejores resultados y permite volver a utilizar la tierra prácticamente de inmediato. Además, cuenta con un sistema integral en frío patentado (software) que prolonga la vida de las flores hasta por 30 días, el cual ha sido instalado tanto en sus equipos de transporte, cámaras frías y áreas de empaquetado. En este aspecto es válido señalar que a pesar de que se han desarrollado estrategias de innovación y generación de nuevos conocimientos con vistas a la mejora de los procesos y la calidad de los productos que se ofertan, estas acciones se ven concentradas en solo una parte de los componentes de la cadena de valor, en este caso se trata de los productores de flores, por lo que es necesario extender este impulso de innovación hacia el resto de los miembros y actividades de la cadena de valor para aprovechar los beneficios que se generan para el clúster en su conjunto.
Conclusiones
Los resultados obtenidos como parte de la investigación nos permiten concluir que el sector floricultor del estado de Baja California presenta en su estructura, elementos que revelan la presencia de agrupaciones que permiten el trabajo en conjunto de sus integrantes.
Nos referimos específicamente a la presencia de productores, comercializadores, proveedores, instituciones, organismos gubernamentales y comunidad científica. Entre estos actores se distingue la cercanía geográfica que se manifiesta entre clientes y mayoristas, con puntos de presencia a ambos lados de la frontera entre los Estados Unidos y México, de igual forma se manifiesta la participación de distribuidores estadounidenses y productores locales de la región fronteriza. Esto confirma la presencia de economías de aglomeración y economías externas a partir de los beneficios que aporta, incluyendo la exposición de mano de obra especializada que se coloca al alcance de los miembros del clúster. Además se comprobó el desarrollo de acciones innovadoras y el despliegue de conocimientos propios en función de la mejora de los procesos productivos, considerado este aspecto como fundamental en la conformación de cualquier clúster.
No obstante, a pesar de que existen las condiciones creadas y los elementos básicos para la conformación de un clúster en el sector, se encontraron deficiencias que no permiten aprovechar en su totalidad las ventajas con las que cuenta el sector en la actualidad. En este sentido, hacemos alusión al bajo aprovechamiento de las hectáreas destinadas al cultivo bajo la modalidad de producción bajo invernadero.
Por otro lado el grado de interacción, colaboración y participación de los organismos gubernamentales y las instituciones académicas no es suficiente para los beneficios que se esperan obtener de esta interrelación entre los actores del clúster. Existen tres organismos gubernamentales que forman parte de las afiliaciones de los participantes, sin embargo esa afiliación no es homogénea en todos los casos, es decir los participantes del clúster deciden en función de sus propios intereses y demandas, afiliarse a un organismo u otro, por lo que en este sentido no se percibe un interés mutuo de unión y de representación bajo un único organismo. En el caso de la comunidad académica, la participación de las actividades en el desarrollo de investigaciones ha sido escasa. Por lo que resulta necesario potenciar el intercambio de información sobre las problemáticas de todos los participantes para que el aporte de las instituciones académicas y su participación como colaboradores dentro del clúster sea mayor.
Otra de las conclusiones del estudio se relaciona con la posibilidad de obtener ventajas competitivas a partir del análisis de los componentes de la cadena de valor del sector floricultor, las cuales están condicionadas a la valoración de la capacidad organizacional de los integrantes en cuanto a creatividad, innovación, y desarrollo de nuevos productos y/o servicios. En este punto a pesar de que se comprobó la aplicación de avances tecnológicos a partir de la sofisticación del equipamiento utilizado en los procesos productivos y la adopción por parte de los grupos de interés que conforman el clúster, de los métodos de trabajo y técnicas de producción requeridos por los clientes, estos no llegan a extenderse hacia todos los eslabones de la cadena, lo que limita el derrame tecnológico que se espera se produzca en economías de aglomeración.
La evaluación de los elementos del modelo propuesto, permitió identificar la posibilidad de establecer un modelo de Empresa-RED entre los que participan en el clúster, ya que debido a las características propias de sus integrantes unido a las deficiencias manifiestas, demandan del establecimiento de estrategias basadas en la realización de acciones conjuntas, políticas organizativas y de infraestructura, así como compartir procesos y bases de conocimiento que generen beneficios mutuos para todos los miembros del clúster. De esta manera la competitividad podrá ser medida en su conjunto y no de manera independiente.
Los hallazgos recabados dejan en claro que existe una gran factibilidad de conformar un clúster en el sector floricultor del estado de Baja California, debido a la cantidad de productores locales que requieren de guía para optimizar sus procesos y reactivar sus tierras, esto mediante el trabajo colaborativo, lo que conlleva a la eficiencia colectiva. Cabe mencionar que al impulsar esta actividad, el Estado propiciará la atracción de nuevos inversionistas dirigidos a reactivar el trabajo del campo y no solo a invertir en el sector maquilador.
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