Artículo

 

Las migraciones de los países limítrofes hacia la Argentina – entre el desarraigo y la esperanza– El caso de Bolivia y Paraguay

 

María Eugenia Ami

Pamela Colombo

Nicolás Espert

Lucio Novellino

Alumnos de la carrera de Sociología
de la Fac. de Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires

Resumen

Se trabaja la dimensión simbólica significativa de los fenómenos migratorios que responden a una causalidad múltiple. Se analiza el marco histórico en el cual han tenido sentido las migraciones de los países limítrofes, específicamente de Paraguay y Bolivia llegados a la Argentina después de los ’90 y que aún residen en el país en la zona de la ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires. Se trata la información recogida sobre la visualización de la Argentina como un “país de oportunidades” y como se modifican las imágenes de los migrantes a partir de su efectiva instalación en el país y luego a partir de la crisis del 2001

Palabras Clave: Migraciones Bolivianas y Paraguayas; prenociones de los inmigrantes; cambio en las expectativas.

1.- Introducción

Las migraciones limítrofes hacia la Argentina son una temática que ha tenido desarrollo creciente en nuestro país, lográndose a partir de la misma notables avances teórico-metodológicos dentro de la investigación social. Sin embargo, no puede decirse que abunden los estudios centrados en la dimensión significativa de las migraciones desde los cuales se rescate en particular la incidencia de los imaginarios, representaciones sociales y prenociones en la decisión misma de migrar, así como de continuar residiendo o no en el país elegido.

Desde el presente trabajo, partiendo del análisis de entrevistas en profundidad realizadas a migrantes paraguayos y bolivianos llegados al país en la década de los ’90, se pretende realizar un aporte a la investigación social de las migraciones limítrofes focalizando la dimensión simbólica de las mismas.

Las migraciones de los países limítrofes hacia la Argentina – entre el desarraigo y la esperanza– El caso de Bolivia y Paraguay

Trabajo elaborado por Ami, María Eugenia; Colombo, Pamela; Espert, Nicolás; Novellino, Lucio- alumnos de la carrera de Sociología de la Fac. de Ciencias Sociales de la U.B.A.

2.- Objetivos

El trabajo se centra en la dimensión simbólica significativa, de los fenómenos migratorios en tanto fenómenos sociales que responden a una causalidad múltiple, considerando, particularmente, las migraciones paraguaya y boliviana hacia la Argentina a partir de la década del `90.

Principalmente se tratan las representaciones sociales de los inmigrantes limítrofes (bolivianos y paraguayos) acerca de la Argentina y de sus países de origen, sus creencias, antes de tomar la decisión de migrar, una vez arribados al país y luego de la crisis que eclosiona en en la Argentina en diciembre de 2001.

Los objetivos son:

describir las prenociones poseídas por los inmigrantes limítrofes sobre su propio país y la Argentina antes de su llegada a esta última, prestando cabal atención a cómo influyeron estas concepciones en la decisión de migrar;

observar qué sucede con dichas imágenes o concepciones durante su estadía en el país previa al 2001 (cómo pasan a ser juzgados tanto Argentina como su país originario en relación a las antiguas prenociones], y;

considerar si luego de la crisis del 2001 se producen cambios importantes en tales representaciones (cuestión a dilucidar, por ejemplo, en la decisión o no de volver a su país de origen o buscar otros destinos).

A partir de dicho análisis se intenta visualizar la articulación existente entre las expectativas previas o concepciones en general (por ejemplo, si son o no positivas), con las Estrategias Familiares de Vida, para apreciar la influencia de las redes en la construcción de las prenociones y la toma de decisiones.

3.- Marco Teórico y Definiciones de términos

Como se afirmó, el análisis realizado parte de la consideración de la dimensión simbólica de lo social (1), focalizando en las significaciones sociales. De este modo, la decisión de los inmigrantes limítrofes de venir hacia la Argentina supone causalidades materiales, pero también, y en igual grado de importancia, invistiendo lo material mismo, a fenómenos que responden al plano del sentido, por lo que lo cultural es un importante factor a considerar en el análisis; entendiéndose por cultura “el conjunto interrelacionado de los códigos de la significación, históricamente constituidos, compartidos por un grupo social, que hacen posible la identificación, la comunicación y la interacción” (Margulis, 1994).

Cuando se habla de “representaciones sociales” o, de un modo más general, de “imaginarios”, se hace alusión a las construcciones colectivas que están en mayor o menor medida arraigadas en la sociedad, siendo, los imaginarios sociales, referencias en el sistema simbólico que produce toda colectividad y a través de la cual ella se percibe, se divide y elabora sus finalidades. Es decir que, aquí en relación con lo dicho acerca de la “cultura”, considerando que principalmente se hará referencia a las “representaciones sociales” al interior de tales imaginarios, estas posibilitan la construcción de identidades, de un “nosotros, al tiempo que subrayan la existencia de “otro”; es decir, las representaciones están ligadas a la “distinción” operada a partir de habitus distintos. Puede verse esto en el peso que tienen los contactos con aquellos que forman parte del “nosotros” en la decisión de migrar, o de las redes sociales una vez arribados al país. Con “representaciones sociales”, se hace referencia a las “construcciones simbólicas que se crean y recrean en el curso de las interacciones sociales, siendo definidas como maneras especificas de entender y comunicar la realidad que influyen a la vez que son determinadas por la persona a través de sus interacciones” (Moscovici, 1981).

La configuración de las representaciones sociales se da a partir de procesos discursivos de sujetos insertos en prácticas determinadas. El abordaje a través de tales nociones resulta útil en relación a la temática y los objetivos planteados, ya que así se abarca tanto el aspecto simbólico como el material: la acción concreta de los actores sociales.

Las representaciones sociales están relacionadas con la posición social ocupada por los actores, por su inserción dentro de las relaciones sociales de producción, pero también con las formas de reproducción social (Bourdieu) y por las particularidades de las “trayectorias” mismas; siendo esto lo que se observa en las diferentes estrategias adoptadas por los inmigrantes limítrofes.

Cuando se habla de “estrategias”, siguiendo a Torrado y a su concepto de las “estrategias familiares de vida” (EFV), se hace referencia a “aquellos comportamientos de los agentes sociales de una sociedad dada que –estando condicionados por su posición social (o sea, por su pertenencia a determinada clase o estrato social)– se relacionan con la constitución y el mantenimiento de “unidades familiares” en el seno de las cuales pueden asegurar su reproducción biológica, preservar la vida, y desarrollar todas aquellas prácticas económicas y no económicas indispensables para la optimización de las condiciones materiales y no materiales de existencia de la unidad y de cada uno de sus miembros”” (Torrado, 1982, p. 17). Es decir, “las EFV constituyen el conjunto de comportamientos –socialmente determinados– a través de los cuales los agentes sociales aseguran su reproducción biológica y optimizan sus condiciones materiales y no materiales de existencia” (2)(Torrado, 1982, p. 71).

Con “Unidad familiar o doméstica”, se indica el “grupo de personas que interactúan en forma cotidiana, regular y permanente, a fin de asegurar mancomunadamente el logro de los siguientes objetivos: su reproducción biológica, la preservación de la vida; el cumplimiento de todas aquellas prácticas, económicas y no económicas, indispensables para la optimización de sus condiciones materiales y no materiales de existencia” (Torrado, 1982, p. 20).

Cuando se habla de “reproducción social”, en el decir de Pierre Bourdieu y J. C. Passeron en La Reproducción (1974), se hace referencia a la continuación de la vida, día tras día y en el tiempo, a nivel de las unidades domésticas en un contexto social definido, quedando implicadas variables demográficas, pero también las estrategias económicas y sociales de la unidad y los procesos culturales. La reproducción de las unidades domésticas está intrínsecamente relacionada con las formas que asume el desarrollo económico (cuestión apreciable a partir de la exposición del Marco Histórico, así como en el análisis mismo de las entrevistas). Las EFV de las UF estarán condicionadas por la posición ocupada en el sistema de estratificación social de las mismas (por la posición de clase, principal variable explicativa, según Torrado).

El análisis centrado en las EFV o de “supervivencia familiar”, permite “rescatar el estudio de las relaciones entre fenómenos de nivel macrosocial (estructuras) y de nivel microsocial (comportamientos) a través de instancias mediadoras como las clases sociales y la familia” (Torrado, 1982, p.15). Focalizando en el tema de las representaciones sociales de los migrantes paraguayos y bolivianos, se considera, siguiendo a Torrado, las distintas “dimensiones conductuales” dentro de las EFV, así como también los “condicionantes sociales” de las EFV. Una dimensión importante es la de “migraciones laborales”, como comportamientos “tendientes a posibilitar, facilitar o mejorar las formas de inserción en el mercado de trabajo” (Torrado, 1982, p.26). Dentro de los condicionantes sociales, tanto los socioeconómicos, los jurídicos y políticos, como los ideológico- culturales son primordiales en el acercamiento a los imaginarios.

El enfoque de género no ha sido excluido de esta perspectiva. Se trata el género como una construcción social androcéntrica que, aunque anclada en una objetiva diferencia natural, es elaborada íntegramente en el plano de lo simbólico, fundada en pares opuestos (claro–oscuro, público-privado, etc.) mediante los cuales la mujer aparece como negación del hombre (Bourdieu, 2000). Según Bourdieu aparece lo público (la política, el trabajo) como espacios correspondientes al hombre y lo privado (el hogar) destinado a la mujer. Se analiza esta dimensión de lo simbólico entre los migrantes en los diferentes momentos tenidos en cuenta en la investigación.

Se entiende por “vínculos” “las relaciones interpersonales basadas en lazos afectivos o de valor”. Cuando se habla de “redes”, se hace referencia “al conjunto de relaciones [dinámicas) –de parentesco o no– que permiten a cada individuo conocer las posibilidades de radicarse en un nuevo espacio y contar con la ayuda necesaria para hacerlo”, ya sea para la obtención de trabajo o de alojamiento al llegar (Giusti y Calvelo, 1998).

De esta forma, se aborda analíticamente los procesos sociales de construcción de sentido de los migrantes limítrofes bolivianos y paraguayos -destacando su perspectiva y su modo de vincularse con el mundo, de decir el mundo-, en relación a su visión de su país de origen y la Argentina como destino elegido.

4.- Marco histórico.

Este trabajo exige la inscripción del mismo dentro de un proceso histórico más amplio dentro del cual adquieren sentido las migraciones limítrofes hacia nuestro país -sin perder de vista la relación con las migraciones transatlánticas-, para buscar rescatar las especificidades propias de los casos boliviano y paraguayo aquí tratados (especialmente, desde la década de los `90). Esto facilita tanto la contextualización de la temática emprendida, como el otorgamiento de sentido al análisis.

Jorge Balán en Las migraciones en el Cono Sur, se encarga de señalar la relación existente entre las migraciones transatlánticas y las limítrofes hacia nuestro país enmarcándolas en el proceso histórico en el que tienen lugar y haciendo hincapié en los factores sociales, políticos, económicos, culturales, etc. que las permiten. Dentro de los casos que trata, el boliviano y el paraguayo son abordados conjuntamente, debido a las similitudes en la historia de los flujos migratorios de ambos países.

Primero, se señala que la inmigración desde los países limítrofes no comienza con la interrupción del flujo trasatlántico, sino que es más antigua, respondiendo a la porosidad misma de las fronteras. Aunque ha de marcarse el incremento de la misma luego de dicha interrupción como alternativa a la escasez de mano de obra, o debido a la presencia o ausencia de políticas de Estado, a los cambios político- económicos a nivel internacional, etc. Como se afirma en La migración internacional en Argentina, sus características e impactos (29 Estudios, INDEC, 1997), a mediados del siglo XX, con la disminución del flujo migratorio internacional, tiene lugar como fenómeno novedoso la aparición de saldos negativos de argentinos y un cambio en la composición de la migración externa, que pasa a ser casi exclusivamente proveniente de países limítrofes. A partir de 1960, tal migración se dirige especialmente al área Metropolitana de Buenos Aires (respetando, igualmente, el patrón histórico hacia las provincias fronterizas).

En relación al caso boliviano y al paraguayo, siguiendo a Balán, se observa que la salida de sus países fue poco significativa hasta la “Guerra del Chaco” (1932-35) la que tuvo un efecto movilizador, tanto en lo geográfico como en lo político. Allí comenzó el reclutamiento temporario de obreros bolivianos para la zafra azucarera del norte argentino y de paraguayos en la cosecha de la yerba mate y el algodón del nordeste; obreros que debían soportar un sistema coercitivo de reclutamiento y trabajo (sin protecciones legales) y cuyo salario era bajo teniendo en cuenta la media argentina, pero relativamente alto dentro de las posibilidades existentes en su país de origen. En ese entonces, el sistema de contratistas impedía la movilidad y la búsqueda de alternativas laborales, por lo que la población boliviana y paraguaya tendía a concentrarse en dichas zonas.

Ha de marcarse que la migración boliviana históricamente ha tendido a ser desde pequeños poblados, mientras que la paraguaya, principalmente provino de Asunción o sus zonas aledañas.

En los años cuarenta, la evolución político-social boliviana y paraguaya generó tendencias disímiles. En Bolivia, los movimientos campesinos terminaron con la revolución de 1952 y la reforma agraria, asegurándole a muchos la ocupación de la tierra sin tener que soportar el pago de rentas, con lo cual liberó parte de su trabajo. Así, la economía campesina se diversificó y tuvo como correlato una mayor movilidad que se tradujo en importantes migraciones. Igualmente, éstas siguieron siendo temporales, originadas en el medio rural y con destino rural hacia el norte argentino con el principal motivo de suplementar el ingreso. Aunque también es cierto que fue creciendo el numero de residentes estables en nuestro país. En Paraguay, la guerra civil continuó hasta el establecimiento del gobierno del General Stroessner, dándose un importante movimiento migratorio por razones políticas (el mayor de los países limítrofes en ese entonces,que se estableció no solamente en el noreste sino también en la ciudad de Buenos Aires y su conurbano).

Es sobre todo a fines de los años 70, mas allá de los problemas económicos argentinos, que una fuerte demanda de mano de obra en la construcción y la sobrevaluación del peso hizo que la migración boliviana y paraguaya crecieran sustancialmente y se hiciera cada vez mas estable teniendo como destino primordial a Buenos Aires y la zona metropolitana. En el caso de Paraguay, la emigración hacia la Argentina es menor debido al crecimiento de la migración interna que respondía a su expansión económica en tal periodo.

Según Balán, el perfil de la migración boliviana y paraguaya, desde el punto de vista de su incorporación al mercado de trabajo, ha tendido a desplazarse desde su condición de oferta de mano de obra rural (temporaria), a la de mano de obra urbana, igualmente, de baja calificación. Por otro lado, Balán también afirma que la migración boliviana demuestra un índice de masculinidad alto, estando las mujeres menos representadas en los flujos migratorios y, menos aun, en el mercado de trabajo urbano. Así, cuando trabajan, tienden a hacerlo en actividades comerciales independientes. Esto, según el autor, tiene que ver con la dinámica familiar de la población boliviana. Por otra parte, ha de tenerse en cuenta que la estabilidad de la tenencia de la tierra en Bolivia y la diversificación productiva posibilitó esta tenencia, sumada a un crecimiento en el nivel de capitalización, son las dimensiones con las que se vinculan la migración temporaria, ya que la estabilidad hace deseable el regreso (y posibilita un mecanismo de incorporación de capital en la economía campesina). Así, la tendencia del período es la venida de hombres solos; las mujeres, cuando llegan, vienen casadas o forman una familia rápidamente. La tendencia es diferente, en el caso paraguayo, ya que la composición por sexo es más equilibrada (característica vinculada con la mayor participación laboral de las mujeres).

Es necesario marcar que el trabajo de Balán es de principios de 1980 y abarca hasta fines de la década de los 70, por lo que, si bien ofrece un panorama histórico general del desarrollo migratorio boliviano hacia la Argentina, invita a no perder de vista los cambios operados desde entonces, no sólo a nivel histórico o a nivel de los factores sociales, políticos, económicos, etc., sino también a nivel conceptual en relación al abordaje de la temática migratoria(3).

En Las Condiciones de expulsión en la determinación del proceso migratorio desde países limítrofes hacia la Argentina, de Marshall y Orlansky, se aprecia la importancia histórica de los factores endógenos como causantes de las migraciones. Referido al caso boliviano, por ejemplo, la economía de dicho país posee un enclave minero que no se caracteriza por una mínima absorción de fuerza de trabajo; las condiciones de expulsión se refieren tanto al potencial expulsor del sector agrícola boliviano como a la incapacidad de la estructura económica del propio país para brindar otras alternativas ocupacionales.

Referido al caso paraguayo, la estructura de producción es, en apariencia, más homogénea, proviniendo su dinamismo del sector agrícola y ciertas agroindustrias. En ambos casos, las técnicas primitivas de trabajo, la baja productividad, entre otras razones, generan, un creciente empobrecimiento de la población que aparece como una de las causas estructurales que genera los procesos migratorios.

Pensando ya en las últimas dos décadas del S XX, como afirma Almandoz en Inmigración limítrofe en Tandil: chilenos y bolivianos en los años noventa, ha de señalarse la constancia del flujo de la inmigración limítrofe. Como se observará el motivo principal es de índole económica, la búsqueda laboral, que lleva al asentamiento en centros de gran dinamismo, también visualizados previamente como tales. Por lo general, los inmigrantes tiende a insertarse en ámbitos de bajo nivel socioeconómico. La inmigración boliviana y paraguaya se caracteriza por poseer escasa capacitación, siendo las condiciones de irregularidad las que obligan a insertarse en trabajos inestables tales como la construcción o el servicio doméstico. Esto no quita que los inmigrantes hayan alcanzado mejores condiciones de vida que en sus lugares de origen; cuestión apreciable en la continuidad del flujo migratorio con la profundización de la crisis argentina desde mediados de los noventa. Allí puede apreciarse paradigmáticamente cómo los inmigrantes se manejan dentro del marco de las redes sociales.

Es fundamental señalar que un elemento primordial en relación a las migraciones limítrofes en el periodo de análisis es el año 1991, como parte nuclear de las políticas económicas centradas en el modelo neoliberal que va imponiéndose, en mayor o menor medida, a escala mundial -incluyendo la descentralización administrativa, la flexibilización laboral, el vaciamiento del Estado, la desregulación y la apertura financiera, la concentración creciente del capital, las privatizaciones y otras políticas de exclusión-. En la Argentina se impone la Ley de Convertibilidad, según ésta, “el Estado se compromete a la total convertibilidad y a una relación de cambio fija entre la moneda domestica y el dólar” (Lo Vuolo, 1998); fenómeno único en Latinoamérica (así como única la vehemencia con la que se implementó el recetario neoliberal), resultando de gran atractivo para los migrantes, ya que el cambio los beneficiaba considerablemente. Es esta la época menemista en la que se da, con el uno a uno, un “crecimiento del consumo, especialmente de bienes duraderos o suntuosos, cuya oferta se diversifico gracias a la apertura importadora” (Lo Vuolo , 1998) y en la que, más allá de la burbuja en la que en la Argentina se vivía por ese entonces y, principalmente, hasta el “efecto tequila” –burbuja que muchos intelectuales no percibieron o de la que fueron cómplices-, la economía nacional no crecía, mientras que sí lo hacía la brecha entre una clase dominante (empresas trasnacionales, capitales financieros) que iba reduciéndose en su número y no así en su capital, y la cada vez mayor cantidad de pobres.

También hay que pensar, como se señala en Migración limítrofe y empleo, precisiones e interrogantes, de Benencia y Gazzotti, que históricamente el origen de la migración limítrofe tiene asidero en el fenómeno social más general de la pobreza y la exclusión. Es decir, el migrante arriba al país en búsqueda de un ingreso que en su país no tiene acceso, en puestos de trabajo, por lo general, desechados por los nativos. En relación a los casos boliviano y paraguayo, si bien tradicionalmente se trató de mano de obra rural, la misma devino por distintas razones en población urbana, contribuyendo históricamente a superar el déficit de mano de obra no calificada (en contra del sentido común, la influencia en la tasas de desocupación argentina, por parte de los migrantes, es ínfima). La inmigración es fronteriza, estacional o permanente, y se explica por causas económicas estructurales en los países de origen, así como por la funcionalidad para con el mercado laboral del país receptor (en el que ocupan nicho económicos que explotan sus ventajas relativas), conformándose sistemas migratorios. Allí operan, una vez más, las redes sociales que otorgan sentido a las distintas estrategias de supervivencia de los migrantes.

Por otra parte, si se piensa en lo sucedido a nivel político, social y económico con la crisis argentina de diciembre de 2001 –mera punta de iceberg de un proceso cuya génesis responde a profundas causalidades sociales-, ha de observarse la importancia histórica de las “estrategias familiares de vida” en la continuidad del flujo migratorio. En los casos boliviano y paraguayo, más allá de la crisis, de los deseos y las posibilidades o no, de “retornar”, más allá de los cambios producidos (por ejemplo, en relación a la calidad de los trabajos conseguidos y sus salarios, en las remesas hacia el país de origen, etc.), la presencia de migrantes limítrofes en la Argentina parece mantenerse. Quizá, con el equilibrio encontrado por el Gobierno de Kirchner (débil, plagado de contradicciones y en continuidad con las políticas de exclusión), exista una mayor seguridad o estabilidad que haga a la continuidad de la población limítrofe en el país.

5.- Marco metodológico

En la indagación de las representaciones sociales (creencias, concepciones, etc.) de los inmigrantes limítrofes se considera como “unidad de análisis” las unidades familiares (UF) y, como “unidad de recolección” el entrevistado en particular. El universo con el que se trabajó, son los inmigrantes de países limítrofes -específicamente de Paraguay y de Bolivia- llegados a la Argentina después del `90 y que aún residen en el país, en la zona de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

Considerando la intención de analizar la dimensión simbólica de la vida social, se optó por la aplicación de entrevistas en profundidad. Tal herramienta fue utilizada en 46 ocasiones, siendo 45 de las mismas registradas con grabador, y sólo una de ellas de modo escrito. Dichas entrevistas partieron de un cuestionario realizado por el equipo docente de la materia Metodología III, cátedra Giusti de la UBA (ver Anexo), estando su consecución a cargo de los estudiantes de la misma.

Dicha elección responde a la menor estructuración de la entrevista en profundidad en relación, por ejemplo, a una encuesta cerrada, permitiendo una mayor riqueza en el registro de lo dado en la interacción, como resultante de la exhibición de fachadas dependientes de las motivaciones existentes. Además, como afirma Torrado, la realización de entrevistas en profundidad o historias de vida de las UF de cada clase social, es la aproximación metodológica más pertinente en el análisis de las EFV.

En el análisis de dichas entrevistas (posterior a su desgrabación y sistematización en el ordenador), se tuvo en cuenta, en consonancia con lo expuesto en el marco teórico, que el contenido de las mismas adquiere real importancia sólo en relación al contexto. Es decir, el contenido de éstas no se acaba en lo enunciado sino que esta condicionado por las practicas en que se inserta, así como también, por otro lado, por la situación de interacción entre el entrevistado y el entrevistador (donde influye considerablemente la definición de la situación, en términos de Goffman).

Tales cuestiones fueron consideradas cruciales en el desentrañamiento de la trama de sentido en la que se inscriben las prácticas y representaciones sociales de los inmigrantes limítrofes, lo que llevo a un análisis crítico acerca de lo explícito (dicho y escrito) de las entrevistas, en pos de focalizar en lo implícito (el decir, la vivacidad y el worldmaking de la palabra).

Como se aprecia, el abordaje realizado parte de una perspectiva cualitativa, útil en el estudio orientado a iluminar procesos y mecanismos sociales. Allí se comprende la elección de las entrevistas en profundidad, destinadas a reconstruir las experiencias de los migrantes limítrofes tanto en su país como en la Argentina, haciendo foco en las representaciones sociales y su influencia en las estrategias adoptadas. De este modo se buscó comprender las significaciones de lo dicho por los entrevistados, de sus experiencias concretas en las que son vitales la existencia de lazos sociales, y su intrincada articulación con los factores estructurales (económicos, materiales).

6.- Desarrollo de la temática. Representaciones sociales

6.1- De los inmigrantes limítrofes antes de venir a Argentina.

En la construcción de las representaciones sociales de los bolivianos y paraguayos, inciden causalidades materiales y, en igual grado de importancia, fenómenos que responden al plano del sentido. Encontramos que estos fenómenos influyen de manera considerable en la decisión de los mismos de migrar a Argentina.

Es importante recordar, y más en esta parte del análisis donde se pregunta acerca de la representación poseída de Argentina antes de elegirla como país de destino, que en el estudio de los relatos están implicadas interpretaciones de tercer orden, en el sentido de que se trabaja acerca de cómo piensan “ahora” los migrantes sus interpretaciones previas. Es decir, ha de tenerse en cuenta que quienes responden son migrantes que residen hace tiempo en Argentina y, entonces, es necesaria una reconstrucción de sus discursos, de lo que dicen que eran sus prenociones, ya que en la objetivación de las representaciones sociales se efectúa una selección de rasgos (por lo general, positivas), sea esta conciente o no.

Uno de los aspectos fundamentales en las representaciones sociales está relacionado con la forma de vida en Paraguay y Bolivia, pues a partir de aquí comienza a delinearse la imagen de lo que podría llegar a ser Argentina como país de inmigración. Por un lado, y en este sentido, se destacaban ciertos rasgos que hacían de sus países de origen lugares sentidos como propios. Dicho sentido de pertenencia se reflejó en cuestiones como la posibilidad de llevar una vida más tranquila, relajada, simple, en la que fuesen fuertes los lazos de solidaridad entre pares.

 

“(…) Y era lindo, la verdad, trabajando a veces medio día o un día y a la tarde ya nos dedicábamos a jugar con los amigos, amigas...” (Lidia, Paraguay)

“Era tranquilo... yo por ejemplo desde los 15 trabaje hasta que vine acá... en una casa de familia, nunca cambié ni nada, era ya como... prácticamente otra familia mas” (Graciela, Paraguay)

Una vida familiar, muy hogareña, mi mama siempre fue de tener a los hijos al lado, de crecer siempre alrededor de ella, a pesar que ella trabajaba.. el trabajo lo tenia dentro de la casa, nos tenia controlados [...] mi vida allá era mas bien familiar. Como toda ciudad chica... la libertad de salir. Todo queda cerca.. Todo el mundo se conoce. (Luis, Bolivia).

“Era una vida normal, normal en el sentido de la palabra que era bastante tranquila, solo faltaba laburo, que no era muy seguido... y que se yo, faltando laburo faltan un montón de cosas ¿no?” (Lucho, Paraguay)

Sobre dichas concepciones de una vida tranquila y simple, subyace un elemento primordial originado en las condiciones materiales de existencia de los migrantes en sus respectivos países. Entre paraguayos y bolivianos, la falta de trabajo aparece como un factor omnipresente en los relatos, al tiempo de figurarse su país en relación a la Argentina.

El algodón se trabaja en una época del año y después se acaba, entonces hay poco trabajo cada tanto, por temporada. Y no tenés nada. Hay necesidad... (Mónica, Paraguay)

El decía que había trabajo acá (en Argentina), y que si venía acá, nos iba a convenir más a nosotros. Porque allá no había mucho trabajo y había perdido su trabajo allá y no había (Fabiola, Bolivia).

Allá en Paraguay la situación era malísima. Más que nada vino por el hecho de que yo había nacido, ella era soltera y allá trabajaba doce horas y ganaba chirolas, no te podías mantener ni por casualidad y menos con una criatura (Pamela, Paraguay)

Al final dije si acá estoy patinando, no puedo yo sola, entonces voy a salir del país, entonces bueno, salí del país (Yola, Bolivia)

Es la necesidad de trabajar decisiva en la configuración de un tipo de representación específica acerca de la Argentina. Es sobre la idea del país de destino como espacio abierto de posibilidades de progreso que se articularán las EFV.

Asimismo, algo destacable en varios relatos es la visión acerca de que en los países de origen no se trata meramente de que falte trabajo, sino que las ocupaciones que se puedan llegar a conseguir no permiten progresar económicamente y socialmente, en comparación a las posibles remuneraciones a percibir en Argentina en trabajos semejantes. De este modo Paraguay o Bolivia aparecen representados como países signados por el estancamiento, mientras que las prenociones de Argentina remiten a un país que crece, forjándose la idea de que, si no se viene a progresar o por necesidad, quizá no se viene.

“Claro...sí, si uno tampoco es que no lo quiera a su país y por eso se viene...sino uno para buscar...mejoría, por si uno vive acá por...para...vivir nomás entonces es preferible estar allá nomás, si uno va a seguir viviendo”. (Graciela, Paraguay)

“M: Entonces es difícil, Paraguay fue, creo que añares pasando, se quedo ahí, se quedo en

S: - ¿Están estancados?

M: - Totalmente” (Marita, Paraguay)

Que haya, hay laburo pero se ganan muy poco, a demás si sos soltero solo ganas para alquilar. (Edi, Paraguay)

Además de esta diferencia en las condiciones laborales, otra cuestión apreciable son las dificultades en relación al acceso de los sistemas de salud, educación y otros servicios, donde Argentina aparece como el lugar de las posibilidades para acceder a un menor costo e inclusive gratuitamente a aspectos que hacen a una mejor calidad de vida.

“(…) allá si vos trabajas, trabajas por lo justo solo para comer se te alcanza, es por eso; acá en cuanto hospital la salud por ejemplo también acá vos no tenés plata te enfermas te vas al hospital te dan todo, allá no si no tenés plata te morís (…) Hay hospitales pero no te atienden gratis, no hay medicamentos, cualquier jeringa si necesitas tenés que comprar y si no compras no te ponen, y así (…)la mayoría que van a la facultad de Asunción ponele, van los que tienen plata te tienen lugar o apoyo para que entren ahí, si vos no tenés eso, una persona pobre común no entras, acá hay posibilidad” (Gilda, Paraguay)

“... no hay gratis nada como acá... tenía que comprar de todo... y en mi pueblo donde yo vivía no había... eh, había hasta cuarto año nada más. Y después hay que ir a otros pueblos, que implica una mudanza, qué sé yo, si no tenía algún familiar tenía que pagar para vivir y todo esto [...] no es que sea caro si no que se paga todo. Hay que pagar todo y allá no hay plata en el sentido de que.. uno no tiene un... hay mucha más... la gente se maneja más distinto”. (Juana, Paraguay)

Allá el estándar de vida no es lo deseable. Mirá... si acá la mayoría de la gente vive mal, allá multiplicalo por diez. Allá clase media no existe, o tenés plata o no tenés plata. La salud es solamente para los que tienen dinero, para los que no tienen, se la tienen que bancar. Es muy diferente acá, muy diferente (Armando, Paraguay).

De este modo, en la posibilidad misma de progreso, Argentina es preconcebida como un país donde se ofrecen posibilidades, como una especie de “Europa”, cuyos bienes materiales y simbólicos pueden proporcionar un status social mayor o una mejor posición económica (esto se verá, particularmente, en la referencia a lo que implica la vuelta a su país de origen, luego de haber podido ahorrar para, por ejemplo, construirse una casita).

“(…) para nosotros los países limítrofes que son chiquitos a como Paraguay, nosotros lo vemos Argentina como Europa, ¿me entendés?” (Marita, Paraguay)

Algunas gente... iba de acá viste a Bolivia y llegaron los parientes y dicen Argentina es bonito, es bonito, lindo, así que ... y... bueno, tanto hablaron, tan famosa es Argentina (Cristina, Bolivia)

“Claro, entendés, mi papá por ejemplo era amante de la Argentina, mi papá todos los productos decía pero es argentino, era algo aceptado [...] llevaba productos argentinos y era el señor, digamos, que consume productos argentinos y eso significa primero en Paraguay tiene plata, digamos... (Clarita, Paraguay)

Por otra parte, se puede ir viendo que las “redes” cumplen un papel fundamental en la formación de las representaciones sociales. Se observa que ciertos actores con credenciales específicas influyen en la conformación de las mismas. En general los actores a los que se hace referencia son migrantes que han venido a Argentina, sean estos familiares o personas con las que se tenga algún tipo de relación personal, mas también mediante los medios de comunicación que informan sobre la situación Argentina. En los comentarios efectuados aparecen como relevantes aspectos económicos, como el cambio de dinero, y aspectos sociales relacionados con la calidad de vida que ofrece Argentina.

“La plata, el cambio estaba bien. Me dijo (su sobrina) que el trabajo está bien y bueno y me dijo que se venia para acá y bueh yo pensé: “yo me voy con ella a Buenos Aires a trabajar un año para comprar para mi terreno, todo para hacer mi vida con mi hijo”. (Agustina, Paraguay)

“G- Y primero vino tu papa para acá?

M- Si

G- Y el tenia un familiar o algún conocido

M- Tenia un conocido, pero el había venido mucho mas antes, mucho mas antes si vivían acá o sea como a mi edad vivían acá y como se conocieron se fueron para allá” (Mercedes, Bolivia)

“Mi tía había venido con mi primo un tiempo antes y estaba trabajando para una familia, limpiando la casa, cuidando los nenes, cocinaba también. Ella estaba bien acá y le decía a mi mamá que iba a poder conseguir trabajo de eso también, y que pagaban bien además. Entonces vino mi mamá primero, sólo unos meses antes y se puso a trabajar en una casa que le consiguió la señora de mi tía. Después vinimos nosotros tres” (Graciela, Paraguay)

Así decidí y mi prima me dice: ”andate ahí donde mi hija –su hija se llama Alicia, no? Ella tiene su familia y todo eso…- ella te va a alojar allá, te va a acoger allá”. Alicia es mi sobrina (Elías, Bolivia)

“Viste ¿Cuando subió Menem? En el 90 había mucho comentario allá y yo veía que la plata servia mas y el dólar uno a uno, cosa que allá no es Guaraní, haces mucha plata (…), yo le dije a una hermana que si había posibilidad de venir que, o algún conocido yo quería venir (…)quería venir por uno o dos años y después volverme para allá hacer algo y bueno ella, apareció una persona que conocía a mi tía y parientes de mi tía por parte de su marido y se fue y le dijo, si tenia una persona conocida para venir con su hija a trabajar acá y después se acordó mi tía, le dijo a mi hermana y mi hermana le contó y hablaron, me preguntaron si quería venir, le dije que si…” (Gilda, Paraguay)

Yo sabía un poco más… porque antes vine a trabajar un tiempo con mi tía. Estuve trabajando con mi tía… antes de que viniera mi mamá. Después vino ella (Fabiola, Bolivia)

“Yo siempre veía a la Argentina así, porque siempre me había informado de la gente, como era su vida, este... de la situación económica y todo eso. Hablaba con gente que venia acá, yo siempre hablaba, le hacia preguntas como vos me estas haciendo ahora (risas) y fui creando mis idea...”, (Lucho, Paraguay)

Sin embargo, en las representaciones incide también la carga negativa presente en la idea de migrar. Esto en el sentido de que la lejanía o la falta de conocimiento sobre la vivencia misma genera una idea de inseguridad, de miedo en relación al país en el todavía no habitado, así como al mismo tiempo se refuerza la imagen del propio país. Desde ya, la necesidad de trabajar para ayudar a la familia, para progresar, es condicionante principal de las representaciones que terminan incidiendo en la decisión de migrar.

“Mi mamá no me quería mandar, por que era muy chica, además se decía en Paraguay que se sufría mucho en la Argentina y todo eso. Entonces mi cuñada habló con mi mamá y le dijo que ella me llevaba y que me iba a enseñar las cosas, porque en Paraguay es distinto yo nunca me salí de mi mamá para trabajar en casa ajena. Entonces mis hermano la convenció a mi mamá que me decía: (el hermano) "Vamo’ a trabajar allá que vos vas a ganar más guita’, si vos vas a trabajar a Asunción, la capital no vas a ganar nada. Ahí mi cuñada la convenció a mi mamá, entonces yo me vine”. (Suni, Paraguay)

“La familia obviamente cuando no conoce lo que es el territorio de otro es como que le tiene un poco de.... por la distancia. (Cristina, Paraguay)

Como ya se afirmó anteriormente, la configuración de las representaciones sociales se da a partir de procesos discursivos de sujetos insertos en prácticas determinadas; entonces, las prenociones, las representaciones sociales en las que, por sobre sentimiento hacia el propio país, se posa principalmente en la necesidad de trabajar, las condiciones materiales de existencia, también los contactos cercanos, la información mediática, etc, confluyen en la decisión misma de migrar a la Argentina.

“(…) y después este, más que nada vienen primero por falta de trabajo, segundo porque en ese momento cuando estaba este, cuando la, en el 89 que, que empezó al…

Sí, ¿la inflación?

¿En el 89 fue? No, esto, bueno no me acuerdo que. En los 90 más que nada, se vinieron casi la mayoría, todos se venían para acá” (Marita, Paraguay)

(...) Cuando yo llegué el uno a uno ya estaba, pero yo no tenía conciencia en el sentido de que... yo vine digamos así como sin pensar... ni... era para trabajar y estudiar y qué sé yo, poder ayudar un poco más a mi mamá. Ese era mi idea (Juana, Paraguay)

La decisión de migrar, de acuerdo a la necesidad de la unidad familiar, tiende a ser tomada entre familiares y, entonces, debe ser entendida en tanto EFV –cuestión clarificada en la conducta de los migrantes una vez llegados a la Argentina.

6.2- De los inmigrantes limítrofes en Argentina

Las representaciones sociales, al insertarse en prácticas sociales concretas, sufren modificaciones en tanto se produzcan transformaciones en las condiciones de existencia.

De este modo, una vez arribados a la Argentina, de acuerdo a su inserción (sea esta social, laboral, etc.), en los Bolivianos y Paraguayos, en comparación con sus prenociones, se modifican las representaciones acerca de lo que es vivir en Argentina, modificándose al mismo tiempo las representaciones acerca de lo que era vivir en su país de origen.

Por un lado, una vez en Argentina, se observa que la representación social de lo que sería vivir en el país guarda similitudes con la percepción resultante una vez que va atravesándose dicha experiencia. Esto se aprecia principalmente en el caso de las prenociones aparejadas con la posibilidad ofrecida para poder trabajar y solventar ciertas necesidades básicas, mas también en la idea de llegar a consumir bienes relativamente suntuosos y servicios. Además, puede señalarse la existencia de un claro reconocimiento de las diferencias existentes entre los estilos de vida propios de Bolivia y Paraguay y el que ofrece la Argentina (por ejemplo, puede señalarse cómo, una vez en Argentina, tanto hombres como mujeres se desempeñan en distintas ocupaciones para lograr el sustento familiar -principalmente del núcleo residente en Argentina, mas también de los restantes en Bolivia y Paraguay-, modificándose cuestiones tradicionales de género).

Acá si o si tenés que trabajar para que comas, porque nadie te va a dar, en cambio allá como estas en tu casa, sino esta la casa de tu tío de tu amigo y siempre te dan algo, para pasar el día. (Mercedes, Bolivia)

Si y si había posibilidades, había trabajo había oportunidad, para todo, para el que quiera trabajo y tengo unos pesos... para solventar y solventar a mas...lo que querías te comprabas!. (Oscar, Paraguay)

La condición de vida es mucho más bueno acá que allá (…)Muy superior a los paraguayos pacientes y ponéle allá en Paraguay hay mucha pobreza, no es como acá te vas a un hospital y todos están con zapatillas y zapatos, allá están en hojotas y descalzos o algunos chicos muy pobres no tienen nada para ponerse y los médicos allá te tratan mal, te discriminan mucho y los médicos de acá no, así son las cosas allá y yo teniendo mis hijos chicos hasta que no tengan su familia estoy acá (Gilda, Paraguay)

Me gustan muchas cosas de Argentina, me gusta el estilo de vida que tiene el argentino, me gusta mucho, por ahí yo soy mucho mas campechano, mucho mas de tranquilidad, tiene su gusto estar en este loquero cotidiano, no lo vivo tanto porque yo me voy a trabajar desde la mañana hasta la tarde (Luis, Bolivia).

En esta dirección, la representación de Argentina como un país “grande”, en el que se abren posibilidades, esa especie de “Europa” (desde ya, en un sentido relativo) imaginada por parte de los bolivianos y paraguayos antes de migrar, se condice con las percepciones expresadas por parte de los entrevistados.

Fíjese lo que puede ser Paraguay, por debajo del nivel de Argentina, un país que está en desarrollo, pero nunca va a alcanzar a Argentina. (Cristina, Paraguay)

Es como que acá es todo más fácil, mas no sé, es distinto allá... (...) Acá tenés mas lugar para salir y hacer diferente...allá tenés que tener plata, te tiene que ir bien, después de estar mucho tiempo. (Zunilda, Paraguay)

Por otro lado, y más allá de conseguir un trabajo y progresar, el saberse lejos de su país de origen refuerza el sentimiento de pertenencia, acrecentándose la representación del propio país como el lugar añorado. Y esto repercute, además y por ejemplo, en que bolivianos y paraguayos tiendan a formar comunidades en Argentina, manteniéndose unidos y avivando sus expresiones culturales a través de comidas, bailes y música típicas, la formación de clubes, etc.

“Y los primeros tiempos si, cuando vivía con mis tíos que uno extrañaba su país y la familia, después bueno uno va acostumbrándose, conociendo gente y se va pasando la tristeza” (Oscar, Paraguay)

Los paraguayos de la zona íbamos, bailábamos y hacíamos una reunión general donde charlábamos sobre nuestro país, la situación [...]nos juntamos, sí, entre familiares más que nada, y hacemos comidas típicas: cebiche, la sopa paraguaya [...] corrés un paso y ves un club, a full, en Constitución es impresionante (Pamela, Paraguay)

Algo a señalar es que el contacto con el país de origen se mantiene, incidiendo esto en la latente posibilidad de retornar al país de origen al presentarse la posibilidad, por ejemplo, si es que se pudo ahorrar un dinero suficiente.

La gran mayoría de los paraguayos, desde mi punto de vista, vienen acá, ahorran un poco y se vuelven... parecido pasa con Argentina y otros países, ¿no? (Pamela, Paraguay)

La formación de comunidades, así como el contacto permanente con la familia residente en el país de origen (sea este por medios de comunicación o a partir del envío de remesas), es un elemento de vital importancia en la configuración de las representaciones sociales. Por un lado, siempre está la visión de Bolivia y Paraguay como la verdadera tierra, la propia; por otro, Argentina aparece como el espacio donde, además de trabajar, se puede continuar con aquello que supone pertenecer a Bolivia o Paraguay.

Por otra parte, en el contraste de las prenociones y las representaciones sociales una vez en la Argentina, se producen ciertos ajustes en las expectativas. Esto puede apreciarse en lo que respecta a la concreción o no de los deseos de venir a estudiar.

Un sueño, y que iba a poder estudiar, que era mi sueño. Entonces yo pensé que siempre me iba a ir bien, pero qué sé yo, eh... ya me compré un montón de cosas que no iba a tener nunca en mi vida si vivíamos ahí... (Juana, Paraguay)

Y a mí me llena tanto de orgullo decir que soy universitaria, porque es muy difícil... a esta altura de mi vida decir que bueno una paraguaya de 55 años está estudiando, en la Facultad de Medicina (Cristina, Paraguay)

A partir de distintos factores, como ser la ocupación laboral, los lazos que se generan una vez en la Argentina, el contacto con otros migrantes y familiares, entre otros, puede decirse que se va construyendo una identidad nucleante, tanto par el caso paraguayo como para el boliviano.

Así como fue destacada la importancia de las redes al momento de tomar la decisión para migrar, también se señalar la importancia de las mismas al momento de ayudarse “entre pares” a conseguir trabajo, una vivienda, etc.

“Por lo general, se consigue por contactos... como te explico... acá somos, eh... los paraguayos nos juntamos con los paraguayos, es así. Qué sé yo, conocés a un paraguayo, sabe de un trabajo y te recomienda, por más que no lo conozcas de toda la vida, igual.” (Pamela, Paraguay)

Mi marido (argentino) trabaja en los hornos…eh… tiene todos los amigos bolivianos, todos los amigos de él son bolivianos, todos los que trabajan ahí son bolivianos, nadie quiere ir a hacer ese trabajo pesado… ¿Quién lo hace? Los bolivianos justamente...” (Melina, Bolivia)

Si venís de cero, sin nada armado... conozco muchos casos-no en mi caso por suerte, porque yo vine con una familia-, que te cierran la puerta, no es que te reciban... porque tienen miedo qué sé yo, de que no tengas trabajo, de que te quieras quedar a vivir con ellos. Es como... hay una cierta... no tuve problema de eso pero ha pasado (Juana, Paraguay)

Relacionado con la identidad que va configurándose –repercutiendo esto de buen grado en las representaciones sociales- puede observarse cómo en el compartir cotidiano se estrechan los lazos de solidaridad, ya sea entre los miembros de las comunidades estudiadas entre sí, o de los migrantes limítrofes como totalidad.

Creo que los Paraguayos si, son solidarios más acá que uno está lejos de su país....claro.....aunque son dos pasos que uno está lejos pero igual, este, se solidarizan mucho con otras personas. (Marita, Paraguay)

A los paraguayos no los roban tanto porque saltan todos, son mas unidos nosotros no nos quedamos mirando cuando a otro lo roban. Ellos son fuertes y unidos nosotros somos mas débiles. (Silvia, Bolivia)

Me relaciono más con los bolivianos, peruanos, los paraguayos, uruguayos... pero no tengo problemas, porque la gente que conozco es de todas esas nacionalidades (Pamela, Paraguay).

De esta manera va conformándose entre los migrantes una representación acerca de lo que son “los nativos” que, en alguna medida, contrasta con la poseída antes de migrar. En ciertos relatos, los argentinos aparecen vistos como hacedores de los vínculos fundantes en la facilitación de la inserción laboral o social; pero también, y con ímpetu, en otros relatos el “argentino” adquiere connotaciones de saldo negativo. En este sentido, por ejemplo, el nativo tiende a ser visto o pensado como aquel que es reacio a trabajar en las ocupaciones, por lo general, desempeñadas por los migrantes, siendo que, además, es quien discrimina a estos últimos por realizar tales trabajos; por otra parte, el argentino también pasa por ser muy exigente y cuestionador. De este modo, el boliviano o paraguayo es alguien que si vino, si dejó su país, es porque necesita trabajar.

“La gente me ataca, la gente critica a los paisanitos y ellos se callan la boca y no dicen nada, (…) yo no me voy a dejar que me pisoteen porque vengo de otro país. Todos tenemos derechos, acá ellos tienen todo del derecho del mundo, pero si yo no le falto el respeto a nadie, nadie me lo tiene que faltar a mí, me parece que es así. Dicen que yo le saco el trabajo a los argentinos, pero cuando yo no conseguía nadie me decía nada, (…) lo haría en cualquier país porque a mí me encanta trabajar; no digo que a los argentinos no les gusta trabajar….” (Melina, Bolivia)

(...) exigen demasiado cosas sin hacer nada, yo veo al argentino que quiere todo, cosa sin trabajar, quieren mucho, ellos quieren vivir sin trabajar, en si no se puede porque ellos cualquier cosa cuestionan mucho para recibir ellos sin trabajar (Gilda, Paraguay)

Tuve novios argentinos pero (risas) (...) había mucha diferencia, no se podía (...). Ya me cuidaba de no enamorarme, ya, porque había mucha diferencia... (...) por estilos, costumbres, eh... qué sé yo... (Juana, Paraguay)

Hay un montón de cosas más acá que en Paraguay, eso se sabe, por más que a los “porteños” no les guste demasiado... (Pamela, Paraguay)

Sin duda, estas representaciones sociales están muy influidas por el trato que reciben los migrantes por parte de los argentinos –por ejemplo, el saberse peor pagos o explotados “en negro”, que sus hijos sean discriminados en la escuela, etc. Esto hace que el comportamiento de los actores estudiados suela ser reticente hacia los nativos, resultando posiciones “a la defensiva”, mas también tiende a ser corriente el silencio, más allá del reconocimiento de la igualdad de derechos, para, por ejemplo, no perder el trabajo. Es una gran diferencia, según la visión de los bolivianos y paraguayos, tener o no la documentación necesaria para estar en Argentina (la legalidad o ilegalidad, es un elemento que atraviesa las representaciones)

Ahí la pase mal yo, porque estaba sola y me lo discriminaban muchísimo en el colegio, pero no le veo nada de malo, creo yo ¿no?, se es de donde se es y él no pudo elegir de donde es y bueno, por los mismos alumnos, las mismas mamás, él venía llorando siempre (...) (Melina, Bolivia)

Sabes por qué me fui (del lugar donde trabajaba), porque escuché a la mamá de esta señora, diciendo pero esa boluda! (..) y eso me dolió... (…) de la señora con que yo estaba trabajando era, era muy amable conmigo, de hecho no, muchas de mis pares hablaban de discriminación o de repente, de, de, de rechazo hacia esas personas y yo decía, no! Conmigo no pasa eso! No me puedo quejar y cuando escuché, de hecho, te digo una cosa, este, los paraguayos insisto, tenemos como un resentimiento por ahí adentro porque... (...) Histórico, de, de, te estoy hablando de la guerra digamos de, de estos tres países, entonces queda un resentimiento y un orgullo y me incluyo porque es así, o quizás también pasa que cuando te dicen nos discriminan mucho uno automáticamente se pone a la defensiva también....claro.....entendés (...) pero cuando sentís esa discriminación con eso no podés luchar...claro....no se puede, no sentís y te da bronca y todo pero no no podés luchar… (Marita, Paraguay)

Y la primera vez que me paso esto de que esta gente me trataban tan mal y era insoportable, pero aguante ahí ... un año aguante con esa gente(…) No les decía nada sabes porque, porque tenia miedo que me echen y que yo me quede sin trabajo, e iba a ser peor, estaba mal la Argentina ... todavía esta mal (chiste) (Wengrovski, Paraguay)(4)

(…) Cada uno defiende a su país si es que uno lo quiere ¿o no?, yo lo defiendo a muerte. Yo no tengo la culpa de haber nacido allá, pero como yo nací yo lo siento, a partir de esto a la defensiva. Acá quiero mucho a la Argentina (...) (Melina, Bolivia)

Recapitulando, la idea de migrar hacia la Argentina, considerada en tanto estrategia familiar de vida, en concordancia con varias de las prenociones, reside principalmente en la necesidad laboral.

6.3- De los inmigrantes limítrofes en la Argentina post diciembre de 2001

Con el acontecer de la crisis que estalla en el 2001, crisis que, como se afirmaba anteriormente, ha de considerarse “mera punta de iceberg de un proceso cuya génesis responde a profundas causalidades sociales”, (históricas, políticas, económicas, etc.), en las representaciones sociales de los paraguayos y bolivianos llegados a la Argentina luego de los ’90, en relación a su propio país y a la Argentina misma, se producen algunas modificaciones.

En lo que implicó el emerger a la superficie de dicha crisis, una vez más, puede observarse la importancia histórica de las “estrategias familiares de vida” en la continuidad del flujo migratorio o de la vida (laboral, cultural, etc.) de los migrantes en el país de residencia.

Por un lado, ha de señalarse que la crisis, para algunos migrantes, se presenta como algo externo, es decir, como un fenómeno que los afecta y en general económicamente, pero en el que no se sienten responsables directos de sus causalidades, ni necesariamente participes de las protestas ni hacedores del cambio. Sin embargo, en otros casos, ya sea porque “les tocaron el bolsillo, o no”, puede verse cómo bolivianos y paraguayos formaron parte de lo que sucedió (en las protestas, marchas, asambleas, etc.) en igualdad de condiciones con los argentinos.

Si, si....de hecho yo participaba de los cacerolazos, yo salí ahí: papapa, em, como te puedo explicar, sufrí, sufrí mucho porque si bien uno está acá por trabajo entre comillas digamos, yo adopté la Argentina y quiero mucho a la Argentina, yo estoy orgullosa de que mi hijo sea Argentino por ejemplo. Yo me voy a Paraguay y es un orgullo porque ya me acostumbré, porque uno adopta a otros países como suyos y, participé mucho. De esto del cacerolazo participé y de lo de Plaza de Mayo también , nunca pensé que podría vivir esto en Argentina (Marita, Paraguay)

Me mató, porque todo el ahorro que tenía quedó ahí, en el banco, el famoso corralito, nuestro esfuerzo, nuestro ahorro, nuestro sacrificio de... que voy a sacar.. si todos los que están gritando ahí por la calle no pueden sacar, menos yo que no es mucho pero para mí era algo… (Cristina, Paraguay)

Salimos más que nada porque nos tocó el bolsillo a nosotros, viste cómo es... mi viejo tenía algo de plata dentro del banco y nos cagaron mal. Esa plata eran ahorros. Y le pasó a la gran mayoría (Pamela, Paraguay)

Por otro lado es interesante ver las imágenes que los inmigrantes asocian a lo que fue la crisis puntualmente. Yo pensé, como todos quizá pensamos también que el 1 a 1 no iba a pasar”, afirma Marita. El “uno a uno” es la representación de ese período de los ’90 en el que desde el poder adquisitivo relativo, se disimulaba el desequilibrio estructural que en algún momento eclosionaría.

Por otro lado, puede observarse cómo, desde lo discursivo, tiende a aparecer la categoría de “ellos” para referirse a los causantes o los que sufrieron las consecuencias de la crisis de un modo directo. Asimismo, con la crisis, la idea del retorno comienza a adquirir mayor fuerza.

Muchos se volvieron a Paraguay (...) sí, sí bastante yo escuche por ejemplo vendieron la casa y se van… se volvieron otra vez. (...) A partir del 2001 se cambió el ritmo de mi trabajo, digamos, el orden de mi trabajo se cambió completamente. Ahora yo ya no trabajo más en una casa, eh, ahora trabajo en varias y hay que andar… (Agustina, Paraguay)

Y la verdad que no podía creer, porque nunca lo vi, así enfrente mío, así viendo gente iba robando y todo...no pensé que iba a pasar eso acá, no vi en ninguna parte eso, allá en Paraguay tampoco pasó y ahora que es la primera vez que pasó acá... (...) tuvimos miedo, no podíamos ni salir en la calle, nada, todo adentro. (Lidia, Paraguay)

Si el tema que había poco trabajo, la gente, había desconfianza, había pobres en todos lados. La gente no confiaba mas el uno al otro tenia miedo, que vos le robes o te vallas. Una cosa así..desconfianza total había en ese tiempo. (Oscar, Paraguay)

Yo pensé, como todos quizá pensamos también que el 1 a 1 no iba a pasar, es por eso que nunca ahorré, cuando yo vine acá ganaba 600 pesos y era un montón de plata!! Y yo, derrochaba!! Y bueno, todo el tiempo era festejo acá, hasta que cuando pasó eso, uno se da cuenta. Y la verdad que sufrí muchísimo, el papá de mi hijo también, nosotros hablábamos y decía: va a pasar (Marita, Paraguay)

También, como se aprecia en el comentario anterior, Argentina sigue siendo vista como un país que ofrece la posibilidad de vivir mejor, conseguir un trabajo con mayor remuneración.

A diferencia de allá, la crisis no es tanta en Argentina: la plata de acá sirve [...] La situación acá, a pesar de que todos se quejan, ponele, a comparación de los países... eh... Bolivia, Paraguay, Perú, está muy bien (Pamela, Paraguay).

No, nunca se me paso por la cabeza porque, te digo la situación en Bolivia es peor o similar a lo que se vive acá , ustedes en el 2001 la pasaron bravo , pero en Bolivia básicamente se vive mas o menos igual [...] es mucho mas bravo, y lo que se vivió acá fue terrible pero no creo que allá llegado a tocar fondo en serio, por lo que viví allá, y yo te hablo de una posición que no era la peor, mis viejo dentro de todo con su posición nosotros teníamos un status bastante bueno, pasándolo acá una clase media alta y así que nunca tuvimos problemas, pero en esa época por mas que tenias dinero no habían cosas y no habían cosas (Luis, Bolivia) .

Me acuerdo que era horrible, que habían muertos, que todo eso (...) muy mal, yo no me quería quedar así, pero después cuando me pudo pagar el mensual de vuelta era un poco más mejor. Hasta ahora, para mi es mi es mejor acá, vivís mejor. (...). Si yo veo la Argentina que es un peor ahí sí vuelvo. Antes sí me quería ir ... (Suni, Paraguay)

Como también se visualiza en los relatos anteriores, una dimensión importante que emerge en las representaciones con la crisis es la formada por la sensación de inseguridad; al mismo tiempo, idea de Argentina como un país que se ha vuelto más peligroso, fortalece la visión de su propio país como un lugar tranquilo y apacible para vivir.

Y si me lo matan o me lo secuestran, yo no tengo ninguna garantía si llega a trabajar… van en bicicleta y me lo matan, y todas esas cosas que uno vive todos los días acá… que si va al trabajo y no sabes si viene (...) Porque allá (Bolivia) se puede dormir dejando la puerta abierta (..)… todo el tiempo que no pasa nada. Cosa que acá no puede hacer, tampoco, salir a divertirse… porque salir puede, pero a la vuelta, no es seguro. (Melina, Bolivia)

Porque acá es difícil de tenerle a una adolescente, cuando yo no estoy es difícil. Imaginate que yo tengo que trabajar con cama y dejarlo a ellos solos en la casa es muy difícil, porque viste hay tantas, pasan tantas cosas y hay tantas cosas; entonces yo decidí ir a dejarlas a Paraguay (Lali, Paraguay)

Principalmente, hay que subrayar, que la crisis repercute en cuestiones laborales, en la pérdida del trabajo, recibiendo una remuneración menor o, directamente, no cobrando, disminuyendo la frecuencia de los contactos con los familiares de Bolivia y Paraguay, etc.

(...) a principios de 2002, nadie te quería pagar, te debían un montón, eh, tenías que, eh, estar llamando por teléfono preguntando cuándo te pagaban (Pamela, Paraguay)

(...) y yo temblaba porque de un momento a otro decía a ver que día me dice Yola vayase…¿eh? Entonces yo decía, bueno, si me tiene que decir no tengo otro remedio que decir bueno…tampoco me iba a decir me quedo nomás. O de lo contrario decir bueno, bajeme un poquitito, o bajeme un poco y seguimos. Mi intención era esa, inclusive yo lo había hablado, si me tiene que rebajar el sueldo hágalo (Yola, Bolivia)

Sin embargo, algunos migrantes perciben un efecto favorable en cuanto al ámbito laboral, ya que muchos otros migrantes tuvieron que retornar a sus países de origen y estos puestos de trabajo que dejaron libres se presentaron como nuevas oportunidades para los que decidieron quedarse.

Hay mucho más trabajo de esto porque viste que había mucho peruano... también, y eso cuando no valía más la plata, muchos se fueron y quedaron muchas... ahí empezó para nosotros que haya más puestos de trabajo. (Juana, Paraguay)

Considerando lo dicho en los dos momentos anteriores del análisis, puede señalarse que la crisis también repercutió en las cuestiones de genero: determinados roles asociados simbólicamente a hombres o a mujeres (Bourdieu, 2000) se modificaron (principalmente en lo relativo a ocupaciones laborales y a las tareas dentro del hogar), produciéndose cambios en la división familiar del trabajo (Torrado, 1981).

Mi marido era la mujer y yo el hombre en la época y después cada uno a su lugar, y ahora hace un año que estoy otra vez yo como papá y mamá porque el no esta. (Gilda, Paraguay)

Para la gente de mi país, hay mucho más trabajo. Porque... en el sentido de... para casa de familia o para... para casa de familia, para mujeres más que para hombres. Hay mucho más trabajo (...) (Juana, Paraguay)

Finalmente, se observa que el desarraigo genera en los migrantes una representación social de sus propios países que se manifiesta en la añoranza de retornar en algún momento. Si bien esto se va generando desde el momento mismo en que se toma la decisión de migrar, puede decirse que luego de la crisis de diciembre de 2001 se ve potenciado. Sin embargo, la concreción del retorno está supeditada a ciertas condiciones materiales y estructurales: por ejemplo, la posibilidad de ahorrar lo suficiente, construirse una casa, etc., es decir, asegurarse la supervivencia en su país.

Alguna vez cuando sea más vieja sí. Yo no tengo… si yo no estoy pagando de mi parte una jubilación o algo me voy para allá. Yo cuando vea que mi hijo ya tenga su vida ya voy para allá. (Agustina, Paraguay)

En un momento pensé, pensé y pensé muchísimas veces en irme, en volver a mi país. Volver ... En mi país también hay crisis (...) desde que pise Argentina por ahí Argentina si me dio algo mas, (…) En mi país cuando viva no podía. Pero después cuando paso eso la crisis de acá eso sí, dije me voy, me voy otra vez. (Wengrovski, Paraguay)

Puede ser en el futuro, mientras que uno tenga trabajo acá no, hasta ahora nunca se me ocurrió nunca pensé, pero puede ser, cuando uno se jubile si me toca la jubilación así que vamos a ver. Yo extraño Paraguay voy casi todos los años (...) si, muchas veces, pero no por cuestiones económicas sino por extrañar nomás… (Oscar, Paraguay)

Que la gran mayoría de los paraguayos, desde mi punto de vista, vienen acá, ahorran un poco y se vuelven... parecido pasa con Argentina y otros países, ¿no? (Pamela, Paraguay)

Entonces, luego de la crisis de diciembre de 2001, puede señalarse modificaciones en las representaciones sociales acerca de lo que es vivir en Argentina (más con el fortalecimiento de las características positivas del propio país), pero también una línea de continuidad reflejada, principalmente, en la permanencia en el país donde se puede trabajar y cubrir las necesidades básicas.

7.- Conclusiones

Al iniciar el trabajo, los interrogantes planteados hacían referencia a las representaciones sociales de los migrantes Bolivianos y Paraguayos en relación a su propio país y la Argentina, antes de migrar, durante la década del ‘90 en Argentina y luego de la crisis de 2001.

Las representaciones analizadas son siempre interpretaciones presentes de realidades o concepciones por lo general pasadas. Esto es claro en las representaciones referidas al período relativo a su estadía en Paraguay o Bolivia, donde queda a la vista que son construcciones permeadas por la experiencia de vivir en Argentina.

En primer lugar, en relación a las prenociones antes de migrar, a partir del análisis puede decirse que la Argentina es visualizada como un país de oportunidades, siendo esta representación condicionante en la decisión misma de migrar. Y esto en comparación con las posibilidades ofrecidas en su país de origen. Ahora bien, ya en esta etapa comienza a forjarse la imagen del propio país como un lugar tranquilo y familiar, influyendo en la sensación de inseguridad y miedos, que conlleva la decisión de migrar. Por otro lado, apareciendo como un importante factor de expulsión, un aspecto fundamental de las representaciones sobre su país de origen está relacionado con la percepción de la falta de oportunidades; principalmente, la falta de trabajo, pero también las pocas posibilidades de progreso, los trabajos mal pagos, la dificultad para acceder a los sistemas de salud y educación, etc.

La Argentina es percibida como un lugar donde pueden obtenerse ciertos bienes y servicios que posibilitan el progreso. Por otra parte, en la conformación de dichas representaciones, desde el análisis, se desprende la importancia de la información poseída sobre Argentina, siendo sus canales primordiales de transmisión las “redes” (parientes o conocidos, también los medios de comunicación). Es así que la emigración se inscribe como una estrategia familiar de vida que se articula dialécticamente con las representaciones sociales. Es decir, los cambios en estas últimas, al modificarse las condiciones materiales y simbólicas de existencia, repercuten en las EFV. Al mismo tiempo, la adopción de determinadas estrategias contribuye a la modificación de algunos aspectos en las representaciones. Es esto lo que puede apreciarse a partir de la segunda y tercera etapa del análisis.

En segundo lugar, una vez en la Argentina, puede apreciarse como van modificándose las imágenes de los migrantes. Por un lado, a partir de la efectivización de la inserción laboral, del acceso a distintos bienes y servicios, etc., nuestro país sigue apareciendo como el espacio oferente de oportunidades. En este sentido, principalmente en el momento de llegar, para conseguir trabajo y/ o alojamiento, las redes son un elemento de vital importancia. Por otra parte, en estas mismas imágenes se introducen algunos elementos de signo negativo, como la percepción del argentino como aquel que discrimina, que no quiere realizar el tipo de trabajos que hacen ellos o aquel a quien no le gusta trabajar; todas representaciones que terminan incidiendo en la concepción del “ser” boliviano o paraguayo, acentuando en su propia caracterización el hecho de verse como trabajadores, respetuosos, solidarios, así como también el hecho de ponerse a la defensiva. De este modo, va configurándose una identidad de los migrantes fortalecida a partir de la constitución de lazos de solidaridad con sus compatriotas -por ejemplo en la reproducción de algunos aspectos culturales propios (la formación de clubes, los bailes, las comidas típicas, etc.)

En tercer lugar ha de subrayarse que con la crisis del 2001 se producen nuevas modificaciones en las representaciones. En este sentido, por ejemplo, se señala la configuración de la percepción de la Argentina como un país que se va volviendo cada vez más inseguro (en lo laboral, en lo relativo a la violencia cotidiana, etc.). Esto interviene haciendo resurgir con más fuerza la añoranza de volver a Bolivia o Paraguay, potenciando los rasgos positivos que hacen a la representación del propio país. Es clara aquí la incidencia de los cambios estructurales operados a partir de la crisis en las representaciones sociales de los migrantes; cambios reflejados también, en la adopción de nuevas estrategias familiares de vida como, por ejemplo, el salir a buscar más trabajo debido a que los sueldos no alcanzan, el tener que enviar menos remesas a Bolivia o Paraguay, etc. Sin embargo, más allá de la debacle social, político- económica, simbolizada en la caída del “1 a 1”, más allá de la discriminación existente y otras cuestiones de esta índole, puede afirmarse que entre los migrantes sigue primando, junto al sentido de pertenencia a su país originario y a la idea latente de poder volver alguna vez, una representación social de signo positivo de lo que es vivir en la Argentina, en tanto el país sigue ofreciendo, entre otras cosas, la posibilidad de trabajar, de educarse y hacer usufructo de bienes y servicios en un grado disímil, superior –si se puede-, al alcanzable en Bolivia y Paraguay.

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Margulis, Mario, “La cultura de la noche”, en Margulis et al., La cultura de la noche. La vida nocturna de los jóvenes de Buenos Aires, Espasa Calpe, Buenos Aires, 1994.

Marshall, Adriana y Orlansky, Dora, “Las condiciones de expulsión en la determinación del proceso emigratorio desde países limítrofes hacia la Argentina”, en Desarrollo económico, V. 20, Nº30, Enero – Marzo 1981.

Moscovici, S. On social representation. En J.P. Forgas (Comp.) Social Cognition. Perspectives in everyday life. Academic Press. Londres. (1981)

Torrado, Susana, “Documento 1: El enfoque de las estrategias familiares de vida en América Latina. Orientaciones teórico metodológicas”, en CEUR Nº 2, Buenos Aires, 1982.

Torrado, Susana, “Documento 3: Sobre los conceptos “Estrategias Familiares de Vida” y “Proceso de Reproducción de la Fuerza de Trabajo”: notas teóricas metodológicas”, en Revista Demografía y Economía, Vol. 15 Nº 2 (46), Colegio de México, México, 1981.

 

9.-Anexo:

Guía de entrevista

 

Nombre del entrevistador: Fecha:

Datos del/la entrevistado/a:

Nombre (puede ser un sobrenombre):

Sexo:

Edad actual:

 

Breve caracterización de la situación de entrevista (por ej: lugar, disposición y actitud del entrevistado, etc.)

En su país

¿En qué parte de su país vivía? (llegar al mayor nivel de desagregación posible -ciudad o pueblo. Área rural/urbana)

Estudios (¿realizó estudios? ¿Hasta qué nivel llegó?)

¿Con quiénes vivía antes de venir a vivir a Argentina? ¿A qué se dedicaba cada uno de ellos? Si trabajaban ¿en qué consistía ese trabajo? Si estudiaban ¿en qué nivel y/o especialidad?

¿Cómo se organizaban las tareas/roles dentro de la familia (tareas domésticas/aportes al ingreso familiar/etc.)?

¿Trabajaba o ayudaba a sus familiares con algún trabajo? ¿En qué consistía este trabajo?

¿Cómo describiría en general su vida allí?

Llegada a Argentina

¿Cuál fue la primera vez que pensó en venir a la Argentina? ¿Qué motivos lo llevaron a pensar la posibilidad de venir a la Argentina? ¿Fue una decisión individual (vinculada con un proyecto personal), o del grupo familiar (vinculada con necesidades, proyectos familiares)? ¿Lo pensó mucho, hubo quien o quienes se oponían, hubo quienes lo alentaron? ¿Cuánto tiempo pasó desde que lo pensó como una posibilidad y su viaje a este país?

¿En qué año llegó a Argentina?, ¿Con quién vino a vivir a Argentina?

¿En qué lugar se alojó al venir (barrio/localidad)? ¿Dónde se alojó? (indicar si en una casa/departamento o en un hotel/pensión)

¿Se alojó con otras personas o en la casa de otras personas? ¿Qué relación tenía con ellas?

¿Tenían conocidos de su país (compatriotas) en el lugar de Argentina a donde llegó? (usted o las personas que vinieron con usted)

Si contestan afirmativamente: ¿Eran de su ciudad o pueblo?, ¿Qué relación tenía con ellos? ¿En qué influyeron/ayudaron/aportaron a su venida y primeros tiempos en la Argentina?

¿Tenía conocidos argentinos al llegar? ¿En qué influyeron/ayudaron/aportaron a su venida y primeros tiempos en la Argentina?

¿Trabajó, hacía changas, en el primer tiempo de haber llegado? ¿Qué tipo de actividades hacía? (indagar tanto en la persona como en el resto de las personas del hogar)

 

A partir de esa primera llegada en ese lugar, con ese entorno de convivencia, indagar:

Si se incorpora más gente (venidos de su país o argentinos/otras nacionalidades), si retornan miembros del hogar a su país (por qué), trayectoria laboral/educativa y las posibles mudanzas.

Situación pre diciembre 2001

Antes de diciembre de 2001:

¿Con quién/es vivía? ¿Cómo se organizaban las tareas/roles en la familia (tareas domésticas/aportes al ingreso familiar/etc.)? ¿Quiénes trabajaban o hacían changas? ¿Qué tipo de tareas hacían?

¿Recibían ayuda de personas que no vivían en su casa? (en caso afirmativo, describir)

¿Enviaban dinero o cosas (especificar) a su país? En caso afirmativo ¿qué uso se le daba al dinero que enviaba a su país?

Desde su llegada al país hasta fines de 2001, ¿usted veía que su situación económica y la de su familia había mejorado?

Su vida durante esos años (antes de diciembre de 2001) ¿era como se la imaginaba antes de venir a la Argentina? ¿Pensó en algún momento en volverse a su país?

Diciembre de 2001

¿Cómo vivió Ud. y su familia la crisis argentina de diciembre de 2001? ¿Qué cosas cambiaron a partir de allí en su vida cotidiana? ¿Cómo sentía en lo personal y familiar lo que estaba viviendo? ¿Cómo veía la situación del país en general?

¿Podría contar la situación más grave que pasó usted o su familia a causa de la crisis de 2001?

Post-diciembre 2001

A partir de la crisis de diciembre de 2001/devaluación de enero de 2002:

¿Alguna persona que vivía con Ud., que no trabajara previamente, tuvo que salir a buscar trabajo? Las personas que ya estaban trabajando ¿tuvieron que ir a buscar otro empleo? Alguna de las personas que vivía en aquellos momentos con Ud. ¿perdió su trabajo? ¿Qué hizo?

¿Algún familiar o persona que vivía con Ud. se mudó a otra provincia de la Argentina? ¿Alguno se volvió a su país?

¿Algún familiar o persona que vivía con Ud. tuvo que dejar de estudiar por cuestiones económicas?

¿Cómo se organizaron desde entonces las tareas/roles familiares (tareas domésticas/aportes al ingreso familiar)? ¿Cambiaron en algo?

(Si enviaba dinero o mercaderías a su país) ¿Pudo seguir enviando dinero/mercaderías? ¿Cuáles fueron los cambios (sondear)?

A partir de diciembre de 2001, ¿tuvieron que recibir algún tipo de ayuda de familiares (no convivientes), vecinos u organizaciones?

¿Pensó durante o luego de la crisis de diciembre de 2001 en volver a su país? ¿Por qué? ¿Por qué no lo hizo?

¿Piensa hacerlo en un futuro?

¿Qué lo motiva/qué cosas le hacen decidir quedarse en Argentina?

 

Notas

[volver]

1 Dimensión significativa que, en el decir de Schutz, no responde a la naturaleza como tal, sino que es constitutiva de la actividad selectiva e interpretativa realizada por el hombre.

[volver]

2 Torrado, Documento 3.

[volver]

3 Esto es palpable, por ejemplo, en cómo Balán trata el tema del “retorno” y los avances hechos desde concepciones que tienen en cuenta la “reversibilidad” de los flujos y operan con categorías como la de “residencia de base”.

[volver]

4 Debido a la ausencia del nombre del entrevistado en la entrevista correspondiente a Wengrovsky, se decidió denominarlo igual que a su entrevistador.


 

Técnica Administrativa, Buenos Aires
ISSN 1666-1680

http://www.cyta.com.ar/ta0403/v4n3a3.htm

Volumen: 04
Número: 21
marzo/abril 2005

 

Fecha de recepción: 20/12/2004 ; Fecha de publicación: 01/01/2005