CONCLUSIÓN GENERAL La lectura de esta obra tal vez ha desconcertado, e incluso decepcionado a quien esperaba encontrar respuestas claras para ciertas cuestiones que se hacía sobre problemas de la economía. Esta decepción es comprensible, pero previsible, ya que la microeconomía, como toda teoría, sólo puede ser esquemática y simplificadora, y tanto mas que las ciencias humanas examinan comportamientos que difícilmente se pueden reducir, en razón de su diversidad y complejidad, a la acción una “fuerza” cualquiera que se ejerce sobre reducido número de “individuos átomos”, para retomar una analogía con la física muy apreciada por los microeconomistas. En efecto, y lo que puede ser lo más desconcertante, en tanto se examina los modelos microeconómicos de referencia, se constata que describen “sociedades” demasiado particulares, que tienen poco que ver con las que conocemos, o que incluso hayan existido en tiempos pasados. Esta constatación es válida muy particularmente para el modelo de competencia perfecta, punto de partida y plataforma sobre la cual se construye la microeconomía. Es cierto que actualmente se consagran muchos esfuerzos para demoler la restricción de la competencia perfecta, particularmente modificando su cuadro organizativo. Ahora, tales esfuerzos se traducen en una verdadera explosión de modelos bastante diversos, lo cual provoca reacciones muy contrastadas entre los economistas. En efecto, tal explosión refleja para unos la vitalidad del programa de investigación en microeconomía, ya que examina preguntas tan importantes como las relativas a la incertidumbre, a los comportamientos “estratégicos”, a la asimetría de la información etc., y que se permite incluso posicionarse en el terreno de otras ciencias sociales abordando temas como la familia, el crimen, la toxicomanía, el arte etc. Ahora bien, para otros, la multiplicación desbordada de modelos, cuyos resultados son muy sensibles al cumplimiento de las hipótesis de partida, es mas bien un signo de debilidad, una prueba de que el programa de investigación de la microeconomía está en la sin salida, ya que tales modelos permiten probar cualquier cosa (o casi cualquier cosa), a condición de tomar las hipótesis apropiadas, lo que siempre es posible, en la medida en que no se impongan restricciones de orden empírico, pues el modelista “se da” las funciones de utilidad y de producción, lo mismo que la organización social. Para los primeros, la microeconomía puede aportar explicaciones sobre los fenómenos económicos reales; para los segundos, muestra como tales explicaciones dependen de factores tan vagos como las creencias o las conjeturas, fuentes fundamentales de la indeterminación, elementos sobre los cuales la teoría de juegos ha llamado bastante la atención. Además, ha llamado la atención sobre paradojas relacionadas con la estricta aplicación del principio de racionalidad individual, siendo el dilema del prisionero el ejemplo mas conocido. La aparición de paradojas en un programa de investigación se debe considerar como un “resultado”, y en consecuencia como un signo de progreso, o más bien como una prueba que se está dirigiendo en una mala dirección? El debate está abierto.
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Título: La Microeconomía |
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