Research article

La flexibilidad estratégica

The strategic flexibility

Resumen

Las organizaciones que operan en un entorno complejo y dinámico para adaptarse a exigencias diversas y cambiantes necesitan flexibilidad. Esta es conceptualizada en el contexto de la estrategia como un conjunto de cualidades que se ponen de manifiesto en determinadas condiciones. Es un conjunto de capacidades y habilidades de la organización. Como concepto tiene dimensiones temporal, humana, operacional, contextual y económica, dentro de las cuales se distinguen perspectivas reactivas y proactivas; de capacidades y coordinación; estructural, de diversidad, volumétrica y de la calidad; de internalización y apropiación; y de esfuerzos, recursos y costos relativos. A partir de éstas se establece la posibilidad de evaluar el grado de flexibilidad estratégica específico para diferentes diseños estratégicos y situaciones contextuales, lo cual permitiría buscar palancas de ajuste de dicho grado que permitan una mejor adaptación de la estrategia a las diferentes situaciones del entorno cambiante.

Abstract

The organizations that operate in a complex and dynamic environment to adapt to diverse and changing demands need flexibility. It is conceptualized in the context of the strategy like a group of qualities that become evident under certain conditions. It is a group of capacities and abilities of the organization. As concept it has temporary, human, operational, contextual and economic dimensions, inside which are distinguished reactive and proactive perspectives; of capacities and coordination; structural, of diversity, volumetric and quality; of internalization and appropriation; and of efforts, resources and relative costs. Beginning from these the possibility of evaluating the specific grade of strategic flexibility for strategic different designs and contextual situations is established, that would allow to look for levers of adjustment of its degree that allow a better adaptation of the strategy to the different situations of the changing environment.

Palabras Clave:

flexibilidad, estrategia, organizaciones ⓘ

Keyword:

flexibility, strategy, organizations ⓘ

Introducción

La empresa como sistema abierto, para solucionar los problemas originados por cambios de su ambiente, se plantea retos de dirección aún no superados totalmente. Ante la existencia de perturbaciones generadoras de variaciones tanto en el entorno como en la propia empresa que alteran los resultados a alcanzar, busca ir adaptando las acciones a las modifica­ciones. La existencia de un entorno turbulento, requiere un alto grado de flexibilidad en el proceso de formulación, implementación y del sistema de control (Menguzzato y Renau, 1984, 377-379).

La necesidad de la flexibilidad estratégica en un entorno complejo y dinámico para adaptarse a requisitos diversos y cambiantes (Snow y Snell, 1993) exige “reconfigurar la estructura de recursos de la empresa y realizar las transformaciones internas y externas necesarias” (Teece, Pisano y Shuen, 1997, 520) y no puede considerarse como un concepto rígido, “debe recoger en su seno las exigencias de una adaptación rápida y activa de la empresa a la evolución de su entorno.” (Menguzzato, 1993, 20). Aún no se han desarrollado enfoques sobre su despliegue metodológico y práctico hasta el nivel en que se permita lograr la flexibilidad necesaria en el momento preciso.

Para adentrarse en la aplicación práctica de la flexibilidad en el proceso de dirección estratégica es necesario profundizar en sus aspectos teóricos y conceptuales.

El presente trabajo muestra un acercamiento a los conceptos de flexibilidad, propone una conceptualización de la flexibilidad estratégica, y determina dimensiones y perspectivas de su análisis.

Desarrollo

La necesidad de la flexibilidad en la estrategia

Las organizaciones que operan en un entorno complejo y dinámico para adaptarse a exigencias diversas y cambiantes necesitan flexibilidad (Snow y Snell, 1993) para lo cual es importante “reconfigurar la estructura de recursos de la empresa y realizar las transformaciones internas y externas necesarias” (Teece, Pisano y Shuen, 1997, 520).

La implementación correcta de la estrategia no es garantía absoluta de que la marcha de las acciones se lleve a cabo de forma coherente con las exigencias cambiantes del entorno empresarial. “El cambio constante en todos los componentes del entorno de la empresa, y en consecuencia, la fecha de caducidad con que nacen las buenas decisiones estratégicas, explica la dificultad que tiene una empresa para seguir manteniendo una posición de privilegio en su mercado” (Gimbert, 1999, 13). Para lograr mantener esa posición, no sólo en el mercado, sino en su fin supremo de aportar beneficios a la sociedad, la empresa debe lograr un proceso de adecuación de sus planes, sistemas de control y asignación de tareas y responsabilidades, que le permitan retomar la coherencia con el entorno, llevar a cabo la estrategia prevista y, de ser necesario, introducir cambios en el propio diseño estratégico. Lo anterior presupone la existencia de determinado nivel de flexibilidad en la estrategia.

La flexibilidad, a partir de estudios de diversos autores en varios campos de la actividad empresarial (gestión operacional, gestión de los recursos humanos, gestión de la calidad, entre otros), puede ser conceptualizada en el contexto de la estrategia como un conjunto de cualidades que se ponen de manifiesto en determinadas condiciones (ver tabla 1 anexa).

Las cualidades hacen referencia a determinadas capacidades de la organización entre las que se cuentan ciertas habilidades y repertorios de comportamientos que proporcionan a la empresa opciones para buscar estrategias alternativas en el entorno (Ordóñez de Pablos, 2003, 28), responder a diversas demandas procedentes de entornos competitivos dinámicos(Sánchez, 1995, 138), variar el trabajo (en términos de volumen, calificaciones y tiempo) de acuerdo a ciertos patrones de demanda (Blyton y Morris,1992), desarrollar e implementar las prácticas de gestión para maximizar las flexibilidades inherentes (Ordóñez de Pablos, 2003, 28) y constituir un rasgo de la cultura estratégica (Menguzzato y Renau, 1993, 77).

Por otra parte, las condiciones de la flexibilidad son concernientes a:

• el examen, la búsqueda, la generación y la evaluación de soluciones a partir del escrutinio del estado cambiante del entorno (Teece, Pisano y Shuen, 1997) o la búsqueda de opciones y estrategias alternativas (Ordóñez de Pablos, 2003, 28);
• el cambio real o reajuste de objetivos para enfrentar las nuevas condiciones y estar listos para cambiar los tipos, rangos y tiempos de las dimensiones de la flexibilidad (Gerwin, 1993), una reconfiguración y transformación que les permita posicionarse por delante de sus competidores (Teece, Pisano y Shuen, 1997, 520);
• la rapidez y agilidad para realizar estas transformaciones (Teece, Pisano y Shuen, 1997, 520); y
• la autonomía y libertad de acción entre personas (Meulders y Wilkin, 1987), sin estar sujeto a normas estrictas, dogmas o a trabas manteniéndose susceptible a cambios según el contexto, las circunstancias o necesidades.

A partir de estas consideraciones es posible definir la flexibilidad de la estrategia como el conjunto de capacidades y habilidades de la organización para variar, ajustar e instaurar determinadas prácticas de gestión que se manifiesta en la búsqueda, generación y evaluación de soluciones y en el reajuste de objetivos con rapidez, libertad de acción y susceptibilidad al cambio a partir del escrutinio del estado inestable del ambiente empresarial constituyéndose en un rasgo de la cultura estratégica.

Las dimensiones de la flexibilidad

Para llevar a cabo un estudio de la flexibilidad de la estrategia es necesario determinar cuáles son sus dimensiones principales.

Desde el punto de vista temporal la flexibilidad ha sido relacionada con el lapso que tarda el proceso productivo en cambiar un volumen (Schroeder, 1993; Blyton y Morris, 1992); en realizar reconfiguración y transformaciones (Teece, Pisano y Shuen (1997, 520); en reaccionar (Upton, 1994); en el cual se puede adaptar la organización (respuesta) o que puede trasladarse por una escala (movilidad) (Peppard, 1994); o ajustar los objetivos de la empresa para enfrentar las nuevas condiciones y estar listos para cambiar los tiempos de las dimensiones de la flexibilidad (Gerwin, 1993).

Desde su dimensión humana se distinguen aspectos relacionados con las capacidades de las personas y con la coordinación entre ellas. Como capacidad puede ser vista como la habilidad gerencial para variar el trabajo en términos de calificaciones (Blyton y Morris, 1992); para crear productos nuevos (Schroeder, 1993, 33); para replicar ciertas tareas realizadas previamente (rutina estática) y establecer nuevas competencias (rutina dinámica) (Teece et al., 1997). En la coordinación entre las personas se ponen de manifiesto las habilidades y capacidades para reconfigurar la cadena de recursos y desplegar de nuevo estos recursos, una medida de en cuánto la empresa puede cambiar la estrategia (Sánchez, 1995).

Las perspectivas relacionadas con la composición, los volúmenes, la diversidad y la calidad marcan la dimensión operacional de la flexibilidad. En cuanto a su composición o estructura, una de las direcciones principales es el diseño o grado de ajuste del producto o servicio a los requerimientos de cada cliente (Peppard, 1994), y otra es la flexibilidad funcional como la capacidad para variar las funciones del trabajo (Blyton y Morris,1992). La perspectiva de la diversidad está marcada tanto por la variedad, o grado en que se puede ofrecer una combinación de productos o servicios (Peppard, 1994), como por la flexibilidad

de producto: fabricar conforme a la preferencia individual y no en serie (Stoner, 1996, 377 y 679). La perspectiva volumétrica incluye el grado de ajuste del volumen de producto o servicio (Peppard, 1994), la capacidad de acelerar o frenar el nivel de producción según la demanda (Stoner, 1996, 377 y 679) y la cantidad de trabajo o flexibilidad numérica (Blyton y Morris,1992). La perspectiva de la calidad representa la habilidad para cambiar y reaccionar con pérdidas pequeñas de calidad (Upton, 1994).

La flexibilidad ha sido vista en su dimensión contextual como una perspectiva de intercambio con el entorno. La flexibilidad interna es la "internalización" o apropiación de las variaciones del entorno (Meulders y Wilkin, 1987:4), la externa es la "externalización" de las tareas que son estratégicamente poco importantes y ligeramente relacionadas a las tareas principales de la organización" (Baron y Kreps, 1996: 460).

Finalmente existe la dimensión económica de la flexibilidad, que marca, como flexibilidad de recursos, el grado en que éstos se pueden aplicar a un abanico más amplio de usos alternativos, los costos y la dificultad de cambiar de uno a otro uso alternativo (Sánchez, 1995); la habilidad para cambiar y reaccionar con pérdidas pequeñas de esfuerzos o costos (Upton, 1994), o la comparación del valor de la flexibilidad contra el costo agregado de diseñar y operar una nueva operación flexible (Schroeder, 1993, 33).

Las dimensiones temporal, humana, operacional, contextual y económica de la flexibilidad de la estrategia se representan en el gráfico y la Tabla 2 anexa.

Figura 1. Las dimensiones de la flexibilidad estratégica Fuente: Elaboración propia

Partiendo de las consideraciones anteriores las perspectivas de las dimensiones de la flexibilidad estratégicas son las siguientes:

La dimensión temporal es el tiempo que emplea la organización en ajustar cualquiera de sus actividades mutuamente relacionadas, reconfigurándolas listas para enfrentar las nuevas condiciones, a partir de posiciones tanto reactivas como proactivas.

La dimensión humana de la flexibilidad de la estrategia puede considerarse como la capacidad de las personas para cambiar las percepciones, habilidades y competencias relacionadas con el proceso estratégico en cada momento contextual y los niveles de coordinación que se establecen entre ellas para llevar a cabo la implementación y el control de la estrategia.

La flexibilidad de la estrategia en su dimensión operacional puede ser referida a: a) en lo estructural a la capacidad del diseño estratégico de ajustar las funciones de los implicados a los requerimientos de cada momento contextual, b) en su diversidad al grado en que puede ofrecer combinaciones distintas de las actividades mutuamente relacionadas de la implementación acordes a cada situación específica, c) en lo volumétrico al grado de ajuste a cada contexto estratégico de la cantidad, complejidad y alcance de sus diferentes actividades mutuamente relacionadas, d) en la calidad al grado de cambio de especificaciones determinadas de calidad de sus actividades mutuamente relacionadas.

La flexibilidad de la estrategia en su dimensión contextual es el grado de susceptibilidad, tanto a las variaciones del entorno, como a las del ambiente interno que sean lo suficientemente significativas con fines de ajustarse a éstas en el valor necesario.

Por fin, la dimensión económica de la flexibilidad de la estrategia se puede relacionar con los costos asociados a los esfuerzos en la introducción de cambios en el diseño estratégico, de los recursos requeridos para ello, y de la ventaja comparativa o no que representa el rediseño de la implementación o parte de ella, ante el impacto económico del suceso cambiante del ambiente empresarial que la provoca.

Las dimensiones y perspectivas de la flexibilidad estratégica se muestran en la Figura 2.

A partir de contar con sus dimensiones y perspectivas se hace posible evaluar el grado de flexibilidad estratégica, lo cual abre las posibilidades de determinar un grado específico de ella para diferentes diseños estratégicos y situaciones contextuales.

Esta posibilidad permite buscar palancas de ajuste del grado de flexibilidad que viabilicen una mejor adaptación de la estrategia a las diferentes situaciones del entorno cambiante.

Figura 2. Las dimensiones y las perspectivas de la flexibilidad de la estrategia Fuente: Elaboración propia

Conclusiones

Las organizaciones que operan en un entorno complejo y dinámico para adaptarse a exigencias diversas y cambiantes necesitan flexibilidad.

La flexibilidad puede ser conceptualizada en el contexto de la estrategia como un conjunto de cualidades que se ponen de manifiesto en determinadas condiciones. Es un el conjunto de capacidades y habilidades de la organización para variar, ajustar e instaurar determinadas prácticas de gestión que se manifiesta en la búsqueda, generación y evaluación de soluciones y en el reajuste de objetivos con rapidez, libertad de acción y susceptibilidad al cambio a partir del escrutinio del estado inestable del ambiente empresarial constituyéndose en un rasgo de la cultura estratégica.

La flexibilidad de la estrategia es un concepto con dimensiones temporal, humana, operacional, contextual y económica, dentro de las cuales se distinguen perspectivas reactivas y proactivas; de capacidades y coordinación; estructural, de diversidad, volumétrica y de la calidad; de internalización y apropiación; y de esfuerzos, recursos y costos relativos.

A partir de sus dimensiones y perspectivas se determina que es posible evaluar el grado de flexibilidad estratégica específico para diferentes diseños estratégicos y situaciones contextuales, lo cual permitiría buscar palancas de ajuste de dicho grado que permitan una mejor adaptación de la estrategia a las diferentes situaciones del entorno cambiante.

Anexos

Bibliografía - Bibliography

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Google Scholar Index

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La flexibilidad estratégica

Publisher:

Ciencia y Técnica Administrativa - CyTA