Research article
La estructura de cluster como facilitadora de la innovación
The cluster structure as a facilitator of innovation
Área Organización y Estructura, Instituto de Administración,
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba.
Córdoba, Argentina
Área Organización y Estructura, Instituto de Administración,
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba.
Córdoba, Argentina.
Resumen
En el marco organizacional contemporáneo el conocimiento cobra un valor fundamental como factor competitivo. En este contexto, el fenómeno de cluster presenta una forma de estructuración novedosa con respecto a las limitaciones clásicas organizacionales para llevar adelante procesos de innovación. Bajo un paradigma clásico de conceptualización del fenómeno organizacional, se concibe a las organizaciones como entidades claramente separadas entre sí. Este paradigma presenta anomalías en la época contemporánea y se muestra insuficiente para conceptualizar el fenómeno de clusters. Concebimos a los clusters como espacios asociativos organizacionales sustentados en una estructura interna dinámica de saberes en articulación y operación mutua, y que se encuentra orientada a la colaboración interorganizacional. Proponemos que la estructura de cluster tiene la potencialidad de facilitar la creación y circulación de conocimientos y saberes, así como el desarrollo de procesos de innovación, dado que supera obstáculos que dificultan la innovación en las organizaciones concebidas como entidades aisladas.
Abstract
In contemporary organizational framework knowledge becomes a core value as a competitive factor. In this context, the phenomenon of cluster presents a novel way of structuring regarding classical organizational constraints for process innovation. Under a classic paradigm conceptualization of organizational phenomenon, organizations are conceived as entities clearly separated. This paradigm has abnormalities in contemporary times and is insufficient to conceptualize the phenomenon of clusters. Conceive associative clusters as organizational spaces supported by an internal structure in dynamic knowledge articulation and mutual operation, and that is oriented inter-organizational collaboration. We propose that the cluster structure has the potential to facilitate the creation and circulation of knowledge, and the development of innovation processes, since overcomes obstacles to innovation in organizations conceived as isolated entities.
Palabras Clave:
Cluster, estructura, innovación ⓘ
Keyword:
Cluster, structure, innovation ⓘ
Inicio
Introduction
El fenómeno organizacional contemporáneo se ve atravesado por múltiples cambios en la conformación de su espacio y estructura (Eraslan, Bulu y Turkay, 2008; San Emeterio 2005, 2009). En una época en donde la conformación del fenómeno organizacional se ha complejizado, el modelo de organización como ente aislado, claramente diferenciable de otras organizaciones y de la sociedad en general, ha entrado en crisis tanto empírica como conceptual. Actualmente, las organizaciones se ven llevadas a desempeñarse en espacios asociativos organizacionales, dónde deben establecer relaciones de colaboración muy estrechas con otras organizaciones. Asimismo, la participación en estos espacios asociativos es posible gracias a un cambio en las estructuras internas de las organizaciones, optimizadas para brindar soporte a la producción y circulación de conocimientos y a los procesos de innovación; cada vez más flexibles y veloces en la época contemporánea. Correlativamente, existen perspectivas conceptuales que se han desarrollado atendiendo al fenómeno de innovación (Nonaka y Takeuchi, 1995) y de establecimiento de límites (Santos y Eisenhardt, 2005) del espacio organizacional contemporáneo. Como caso paradigmático de este cambio organizacional, encontramos el fenómeno de conformación de clusters.
En los estudios organizacionales clásicos, el fenómeno de conformación de clusters ha sido estudiado mayormente a partir de los estudios de Porter sobre competividad. Desde la perspectiva industrial y empresarial, el cluster consiste en una concentración geográfica de organizaciones que obtienen ventajas competitivas a través de la co-localización (Doeringer y Terkla, 1995; en Eraslan, Bulu y Turkay, 2008) y de una interrelación, que les permite conformar unidades de creación de riquezas. Desde nuestra perspectiva, uno de los aspectos esenciales de un cluster, consiste en la posibilidad de la organización para flexibilizar y dinamizar su estructura interna de modo tal que le permita participar de espacios asociativos y del desarrollo colaborativo de procesos de innovación que allí se producen. En otras palabras, una organización que no transforme su estructura interna para propiciar la creación y circulación de conocimientos y saberes, difícilmente pueda sustentarse en un espacio organizacional asociativo, tal como el conformado por los clusters.
Para Afuah (1999) mientras que en cada unidad organizacional se produce un fenómeno puntual de innovación, la cooperación permite la construcción de un espacio asociativo organizacional para el desarrollo colaborativo del conocimiento. Desde este enfoque, la estructura organizacional se concibe como dinámica, dado que se produce a partir de la activación permanente de procesos de saber que a lo largo de sus actualizaciones y repeticiones generan una estabilidad que posibilita la construcción de una estructura organizacional interna. (San Emeterio, 2005, 2009; San Emeterio y Saravia, 2009). Para dar cuenta de la estructura de los clusters y su potencialidad para facilitar procesos de innovación; en primer lugar conceptualizaremos al fenómeno de cluster como un espacio organizacional asociativo. A continuación situaremos el lugar de la innovación, el conocimiento y el saber para la construcción de la estructura de los clusters. Finalmente indicaremos las principales implicancias de la estructura de clusters para la facilitación de los procesos de innovación.
Clusters como espacios organizacionales asociativos
El concepto clásico de organización, como una entidad claramente separada de otros agentes sociales, no ha perdido vigencia en la actualidad, pero sí se pueden ver una serie de anomalías que ponen en cuestión este paradigma (Kuhn, 1962). Entre las anomalías empíricas, encontramos la profundización de la tercerización, que ha implicado que bajo los límites clásicos de una organización determinada en realidad existan multiplicidad de organizaciones jurídicas actuando bajo una misma matriz organizativa de procesos y flujos de saberes; o bien el caso de la integración entre organizaciones matrices y proveedoras, los incipientes procesos de virtualización, y especialmente el fenómeno de conformación de clusters, como el más representativo de éstos, por el despliegue organizacional con el que cuenta. Entre las anomalías conceptuales del modelo organizacional clásico, Julio César Neffa (1999) propone que éste presenta una serie de obstáculos para mantener la competitividad en la época contemporánea, tales como límites económicos, sociales, técnicos y organizacionales. La rigidez de la estructura organizativa del modelo taylorista-fordista, ha producido dificultades de introducción, difusión y absorción de las innovaciones y los procesos de aprendizaje asociativos. Por su parte, Nonaka y Takeuchi (1999) cuestionan fuertemente el paradigma organizacional occidental clásico y su racionalidad como elementos que dificultan la creación y circulación de conocimientos y saberes y consecuentemente el desarrollo de procesos de innovación. En conjunto, estas anomalías e insuficiencias del modelo de organización clásico, que tiene una imagen de la organización como agente aislado y separado de otros; ponen de manifiesto la necesidad de concebir un nuevo espacio organizacional de carácter asociativo en orden al desarrollo colaborativo de saberes y conocimientos.
En otros trabajos hemos cuestionado el carácter separado del fenómeno organizacional (San Emeterio, 2005, 2009), proponiendo como concepto alternativo el de espacio organizacional. Para participar de estos espacios asociativos, las organizaciones deben contar con estructuras internas que se lo posibiliten. Henry Mintzberg (1993) considera a la estructura organizacional interna como sustentada en la división y coordinación de tareas. Retomamos también la idea de “constelaciones de trabajo” propuesta por Mintzberg (1993, p. 83) dado que nos permite pensar con mayor flexibilidad y dinámica los procesos de creación y circulación de conocimientos y saberes que se encuentran construyendo la estructura organizacional de manera permanente y activa. Proponemos que la estructuración interna de los espacios organizacionales asociativos, se construye a partir de la articulación de procesos de saber, que pueden exceder el paradigma de la organización como entidad separada y autosustentada (San Emeterio 2005, 2009; San Emeterio y Saravia, 2009).
En la conceptualización de la estructuración interna de los clusters, podemos reconocer aspectos abordados por el paradigma clásico, como así también aspectos no abordados y que requieren una ampliación conceptual para hacer visibles las posibilidades de desarrollo de procesos de innovación que se abren a partir de esta forma de estructura. En relación a los aspectos clásicos, y que se corresponden con las competencias endógenas a la organización definida como una entidad separada y en cierto grado autosuficiente, se encuentran temáticas tales como la capacitación, la calidad, la organización del trabajo y la cultura asociativa, entre otros posibles a considerar (Roitter y otros, 2007; Yoguel, 2000; Yoguel y otros, 2006). Es en estas temáticas clásicas, donde presentan alta incidencia las limitaciones del modelo taylorista fordista que propone Neffa (1999), y ante ello, han surgido modelos organizacionales que pretenden superar estas limitaciones, tales como el denominado toyotismo (Neffa, 1999), la organización creadora de conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1999), la organización formativa (Pujol, 2009), la organización que aprende (Swieringa y Wierdsma, 1995); y entre las cuales posicionamos nuestra perspectiva del espacio organizacional asociativo estructurado por la creación y circulación de conocimientos y saberes en un entorno colaborativo de desarrollo de la innovación (San Emeterio 2005, 2009; San Emeterio y Saravia, 2009).
Innovación y transformación de la estructura organizacional de los clusters
En el marco contextual de la época contemporánea, se ha dado un cambio central constituido por la emergencia de la llamada sociedad de la información o sociedad del conocimiento (Ruffolo, 2003; Castells, 2001; AAVV, 2000). Desde la perspectiva de Drucker (1994), para las organizaciones actuales la incidencia progresiva del conocimiento o saber como factor competitivo se convierte el factor de producción principal. Esta coyuntura social y organizacional contemporánea, ubica en primer plano la problemática del aprendizaje, la creación y la gestión del conocimiento, como una de las problemáticas más relevantes para las empresas en la actualidad; tanto a nivel macroeconómico, mesoeconómico (Neffa, 1999), microeconómico y organizacional (Argyris y Schön, 1974; Drucker, 1994; Novick, 2002; Nonaka y Takeuchi, 1999). La creación de conocimiento organizacional se torna determinante para lograr la sustentabilidad y competitividad organizacional, sectorial y nacional, bajo un entorno cambiante en el cual las competencias y saberes se tornan rápidamente obsoletos. Es decir, los procesos de innovación se tornan críticos para la subsistencia y el éxito de las organizaciones contemporáneas.
La producción de innovación organizacional requiere de aprendizajes de carácter sistémico en el interior de los espacios organizacionales. Concebimos al fenómeno de innovación como un fenómeno resultante de la transformación de la estructura interna del espacio organizacional que se produce en base a diversas operaciones y articulaciones de conocimiento y saber (Yeung y otros, 1999; Afuah, 1999; San Emeterio, 2005, 2009; San Emeterio y Saravia, 2009). En trabajos anteriores (San Emeterio, 2007) hemos propuesto un conjunto de procesos de saber que construyen dinámicamente el espacio organizacional (Tabla 1).
Tabla 1. Procesos de saber que transforman los espacios organizacionales (en base a San Emeterio, 2007). | |
Procesos de saber | Transformación del espacio organizacional |
Ejecución de saber | Instituyen al espacio organizacional y operan saberes diversos. Pertenecen al dominio de los fines implícitos y/o explícitos que provocan el despliegue del fenómeno organizacional. |
Metacognición del saber organizacional | Posibilitan la generación de rupturas o discontinuidades en el espacio organizacional y en el sistema de coherencia y certeza supuesta necesaria para operativizar los saberes organizacionales. |
Creación e incorporación de saber | Suponen el desarrollo e incorporación de nuevos repertorios significantes y de modalidades novedosas de articulación de los mismos en el espacio organizacional. |
Difusión del saber | Suponen las operaciones mediante las cuales el saber en tanto repertorio se difunde en el espacio organizacional. |
Integración y coherencia sistémica del saber | Operativizan los saberes del espacio organizacional en procesos singulares y relativamente consistentes, produciéndose la discontinuidad con el proceso anterior de ejecución de saber en otros espacios. |
Concebimos a la innovación como un proceso resultante de la articulación y estructuración colaborativa de saberes provenientes de un espacio asociativo organizacional. Los procesos de saber son fenómenos dinámicos, y gracias a la estructura asociativa interna orientada a la colaboración que proveen los clusters, se hace posible que el gran monto y complejidad de conocimientos y saberes disponibles y con la potencialidad de ser operados, sean articulados de un modo coherente y particular entre sí, determinado por la estructura interna del espacio singular que se actualiza en un momento dado por parte del cluster.
En este sentido, el proceso de innovación se inicia a partir de que un espacio organizacional asociativo toma contacto con un conocimiento que le es externo y desea incorporarlo a su repertorio de saberes disponibles en su estructura interna. Para ello, este espacio organizacional debe realizar un proceso de incorporación de dichos saberes y una modificación de su propia estructura (Malhotra, 1996). Es decir, para producir innovación en este sentido, el espacio organizacional ha de procesar los conocimientos que le son externos asimilándolos de acuerdo a sus propias características y singularidades. En este recorrido de transformación, un conocimiento que en principio era extraño al espacio organizacional queda incorporado al mismo y disponible en la estructura interna para ser puesto en operación y articulación con otros saberes.
Proponemos que de manera simultánea a este proceso de incorporación de nuevo saber, se produce una estructuración diferente hacia el interior del espacio organizacional, lo que constituye la esencia del fenómeno de innovación organizacional concebido desde esta perspectiva. Consideramos al conocimiento organizacional así creado, como un saber susceptible de ser operado por la organización, lo cual nos lleva a formular el problema como una fase en la línea de la innovación (Afuah, 1999; Rojas, 1999; Yeung y otros, 1999). Bajo esta perspectiva, los clusters presentan conformaciones estructurales óptimas para las pequeñas y medianas empresas, dado que permiten superar las limitaciones clásicas de tamaño de la organización en su relación con su entorno productivo. Es decir, la estructuración interna del espacio asociativo organizacional de los clusters ha permitido superar limitaciones de escala en los procesos de aprendizaje y creación de conocimiento (Yoguel, 2000, 2006; Gómez Minujin, 2005; Novick, 2002; Roitter y otros, 2007).
Aspectos estructurales de los clusters y procesos de innovación
Proponemos que los aspectos estructurales propios del cluster, tales como división del trabajo, sistemas de acuerdo, sistemas de información compartidos, financiamiento, sistemas de cooperación en el desarrollo del conocimiento, cultura asociativa compartida, políticas de integración interempresaria, asociatividad en los diversos niveles (Rosales, 1997), entre otros; determinan las posibilidades del cluster de favorecer la creación de conocimiento organizacional, como asimismo son los aspectos que permiten que se puedan desarrollar de manera efectiva relaciones de cooperación, y en particular en el desarrollo de cooperación en la creación de conocimiento y en el potenciamiento de las competencias innovativas de las firmas.
Concebimos la estructuración interna del espacio asociativo organizacional de los clusters como una dimensión emergente de procesos de saber. El trabajo activo de los procesos de saber es el que produce la delimitación de este espacio organizacional asociativo. En este sentido, las organizaciones no sólo disponen de los saberes necesarios para llevar adelante su finalidad instrumental específica; sino también de saberes de acople estructural (Luhman, 1996), de articulación interorganizacional, para participar de espacios asociativos de clusters cada vez más importantes, lo que les permite desarrollar innovaciones que serían inaccesibles para cada organización por separado, debido a su reducida escala y a los costos que toda innovación representa para cada organización. En un espacio asociativo de cluster organizacional orientado hacia la colaboración, los costos de innovación pueden ser asumidos dado que este fenómeno asociativo posibilita incrementar los recursos disponibles para realizar dichas innovaciones a lo largo de todo el espectro de las organizaciones integrantes del cluster.
A partir de la definición de un espacio organizacional asociativo, es posible la construcción espacial de una interioridad de la estructuración organizacional. En la estructura interna del fenómeno de cluster, los conocimientos y procesos de saber pueden articularse de manera coherente y operativa, dado que producen un cierre de sus modalidades operatorias y articulatorias con respecto a la complejidad y diversidad de saberes y conocimientos que son exteriores a dicho espacio. Es decir, el espacio asociativo organizacional conformado por la operación dinámica de conocimientos y saberes de articulación interorganizacional puede exceder, tal como ocurre en el fenómeno de cluster, a las organizaciones empíricamente delimitadas como entidades separadas y aisladas unas de otras.
El espacio organizacional asociativo se articula en procesos y flujos de trabajo que son comunes y atraviesan diversas organizaciones separadas, conformando lo que un espacio organizacional asociativo actual de cluster. Es gracias a esta conformación de estructura novedosa, necesaria para la participación en el espacio de cluster, que los saberes pueden ser operados de manera coherente, sin que sean obstaculizados en dicha operación por los límites clásicos de las organizaciones como entidades separadas unas de otras (San Emeterio, 2005, 2009; San Emeterio y Saravia, 2009). Esta conceptualización de la estructura del espacio organizacional asociativo nos permite abordar el fenómeno de cluster como una estructura particularmente definida por sus operaciones internas y su articulación interorganizacional y al entorno social, sin circunscribirnos a la definición clásica de las organizaciones empíricas como separadas.
Conclusión
La concepción de los procesos de innovación no debe ser restringida al marco de los límites de cada organización de manera aislada. El fenómeno de conformación de clusters, pone de manifiesto la potencialidad para facilitar procesos de innovación mediante la estructuración de un espacio asociativo orientado a la colaboración. Los cluster son una de las respuestas posibles a la problemática de la creación de conocimiento organizacional, permitiendo una mayor flexibilidad, intercambio y sinergia en la creación de conocimiento y la innovación organizacional, por ello son particularmente óptimos para empresas que por sí mismas no disponen de la escala necesaria para sustentar procesos de innovación, como así también para organizaciones insertas en entornos de alto dinamismo en el terreno de la creación de conocimiento e innovación (Pujol, 2004, Yoguel, 2000, 2006, Gómez Minujin, 2005; López, 2002).
De esta manera, consideramos que la modalidad de conformación de la estructura de los clusters supera los mecanismos de coordinación clásicos, que conciben a la organización como una entidad separada de otras; produciendo fenómenos de colaboración y coordinación interorganizacional orientados a la facilitación de procesos de innovación en los espacios asociativos organizacionales de clusters.
Bibliografía - Bibliography
AFUAH, Allan. La dinámica de la innovación organizacional. México: Oxford University Press, 1999.
DRUCKER, Peter. La sociedad poscapitalista. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1994.
LUHMANN, Niklas. Introducción a la teoría de sistemas. México: Universidad Iberoamericana, 1996
MALHOTRA, Yogesh. (1996). Organizational Learning and Learning Organizations: An Overview
MILGROM, Peter. Economía, organización y gestión de la empresa. Barcelona: Ariel Economía., 1993.
MINTZBERG, Henry. La estructuración de las organizaciones. Barcelona: Ediciones Ariel, 1993.
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La estructura de cluster como facilitadora de la innovación
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